sábado, 30 de enero de 2010

Los Ángeles de Oracle

En 1996 Dinah Laurel Lance a.k.a. Black Canary se encontraba en el punto más bajo de su vida: Había sido torturada por unos narcotraficantes, su tormentoso romance con Oliver Queen había culminado tras descubrir su infidelidad, su floristería había sido destruida dejándola sin fuente de ingresos, y recién se había enterado de la muerte de Green Arrow de la boca de Connor Hawke—un hijo que Ollie nunca había mencionado. Esto había dejado a la ya de por sí impulsiva heroína sin dirección, deprimida y con los acreedores de sus deudas dispuestos a extinguir su vida en Seattle. Entonces el teléfono sonó y Dinah recibió una llamada que cambió su vida.

“Dinah… This is Oracle. I need help with something and I think you’re my best choice. It will require some travel. Danger level uncertain.”

Del otro lado de la línea se encontraba Oracle, quien ya había adquirido una respetable reputación como procuradora de información para superhéroes y vigilantes e incluso había sido miembro virtual de la Liga de la Justicia en los tiempos de Grant Morrison. Aquel era el alias de Barbara Gordon, la voluntariosa y brillante hija del Comisionado Jim Gordon, quien por años luchó contra el crimen junto al Dúo Dinámico y que luego fue forzada por una tragedia irreversible a reinventarse con su nuevo avatar tecnológico.

Unir a estos dos personajes traía implícita la oportunidad de delimitar a todo el universo de DC como su campo de juegos. Barbara—la antigua Batgirl, ahora postrada en una silla de ruedas gracias al Joker—proveía el vínculo al nivel urbano de delincuentes, psicópatas y crimen organizado en el cual se había desenvuelto como pupila de Batman. Dinah Lance, por otro lado, miembro fundadora de La Liga de la Justicia e integrante de la Sociedad de la Justicia, era la conexión natural al vasto mundo de superhéroes y extraterrestres. Por ende, en BIRDS OF PREY se sentía natural pasar de una historia en la cual se enfrentan con el cartel criminal de Blockbuster a excursiones a Gorilla City o incluso a Apokolips.

viernes, 29 de enero de 2010

La Marca de Wagner

“…From out of the night a hero must rise, with courage that even a mask won't disguise…”

Me ha fascinado el personaje del Zorro desde que era pequeño. Debe haber algo en ese arquetipo que me llama la atención, considerando todos los elementos que tiene en común con Batman, mi favorito de los comics. Por tanto, tras leer todas las entrevistas en las que Matt Wagner explicaba su enfoque para la nueva serie del personaje de Johnston McCulley publicada por Dynamite Entertainment esperé con mucho interés la oportunidad de leer la colección de las primeras ocho ediciones, que comprenden el trade paperback de Zorro Year One: Trail of the Fox.

Como su título lo advierte, la historia recuenta el origen del Zorro, y pude comprobar que su principal fuente de inspiración fue la novela de Isabel Allende que tanto disfruté hace unos años. Como Dynamite—una empresa incipiente que se ha especializado en licencias de personajes como el Llanero Solitario y Robocop—con esta primera entrega estrena lo que espero sea una larga serie, el relato hace los ajustes necesarios para el medio.