miércoles, 9 de julio de 2008

Diecinueve Años Después

Hace unos cuantos días salí de mi cuarta visita a las salas de cine para ver The Dark Knight. Sólo su retirada de cartelera impidió que fuera a verla una quinta vez.

Lo cual no me sorprende. Sospechaba que ese sería el efecto de la secuela de Batman Begins. ¿Saben cuándo supe que The Dark Knight iba a ser fantástica? Cuando escuché un nombre en particular asociado a ella: Cyrus Pinkney.

¿No saben quién es Pinkney? ¡¿En serio?!

El casi billón de dólares recolectados alrededor del mundo a la fecha confirma que esta inolvidable cinta es la mejor adaptación de comics a la pantalla grande de la historia. Repetí las idas al cine pues a ratos me parecía increíble que Christopher Nolan hubiera logrado con semejante perfección la película de Batman con la cual he soñado desde que me convertí en un fan del personaje a los diez años tras ver la primera película de Tim Burton.

¿Qué hace de The Dark Knight una película extraordinaria? La atención a los detalles y el dominio de la mitología. Batman Begins demostró el compromiso de analizar cada elemento de la historia y plantearlo lógicamente dentro de las posibilidades del mundo real. Knight enfatiza esa misión, pero al igual que su predecesora revela un afecto hacia la saga original subrayado por la preocupación por preservar todos sus elementos fundamentales. Aquellos que son actualizados son plenamente comprensibles, como el nuevo rol de Lucius Fox en la vida de Bruce Wayne (Apuesto a que eventualmente DC Comics lo asimila también. Después de todo, si descartaron la mitología de John Byrne por la de Smallville ....) Y seguramente todos los que titubeamos al ver el diseño del nuevo Batimóvil quedamos fascinados cuando entró en acción.

Al riesgo de sonar como un fanboy fuera de control, opino que cada escena de TDK representa la traducción perfecta de imágenes del comic a la pantalla grande. Sólo miren a Gordon parado junto al proyector de la Batiseñal.

Habiendo dicho esto, deseo enfocarme en algunos aspectos destacados del film. Pueden haber spoilers a continuación aunque, en realidad, si estás leyendo este blog seguramente ya has visto la película dos veces o más, ¿no?

“This whole town is full of lunatics ever since you came here.” Salvatore Maroni. (The Long Halloween, 1998)

Hay un encanto turbio en la forma como Eric Roberts interpretó a Sal Maroni. En él se aprecian todos los elementos clásicos del capo de una familia del crimen organizado italiano, desde el acento hasta la forma de vestir. Pero Roberts le imprime algo más que lo individualiza, su Maroni es un hombre que no se toma del todo en serio a sí mismo, y a quien le resulta simultáneamente confusa y entretenida la forma en la que su ciudad está cambiando. Es un veterano que intuye el final de la época a la cual pertenecía. Su papel es mucho más efectivo en representar la transición entre los gángsters y los freaks que el Carmine Falcone de Tom Wilkinson.

También me toca aplaudir cómo los guionistas jugaron con las expectativas de la audiencia familiarizada con los destinos cruzados de Sal y cierto Fiscal de Distrito. Se desvían del canon, pero lo hace de forma muy satisfactoria.

“I knew the mob wouldn't go down without a fight, but this is different. They crossed the line.” Bruce Wayne (TDK, 2008)

Cuando el personaje de la amiga de infancia de Bruce Wayne, Rachel Dawes, fue introducido en Batman Begins, me pregunté cuál fue la gran necesidad de agregar un interés romántico en la trama. Todos sabemos que las aventuras amorosas del Señor De La Noche siempre terminan trágicamente, y en caso tal podían haber utilizado a Talia vinculándola a la trama de Ra's Al Ghul. Si bien fue agradable el enfoque del personaje como una abogada de la fiscalía de clase media que contrastaba con la opulencia Wayne, la actuación de Katie Holmes fue la más débil en la película. Constantemente parecía a punto de poner una escalera contra la Mansión Wayne para escalar hasta alguna ventana a ver películas con Dawson.

No sabemos a ciencia cierta por qué Katie desistió de participar en la secuela. ¿Quizás Tom Cruise se cansó de que Batman siempre esté besando a sus mujeres? Igual me alegré de que Maggie Gyllenhall la reemplazara, pues es una actriz mucho más versátil. También aprobé que Maggie no es extraordinariamente bonita, lo cual en contraste con las super-modelos que siempre cuelgan del brazo de Bruce sugiere que son otros rasgos más profundos los necesarios para ganar el corazón de Wayne.

Lo irónico es que Maggie no tuvo mucho espacio para lucir su talento, y sin embargo su papel adquirió una prominencia vital en la leyenda del Dark Knight. Su empleo en la Fiscalía ofreció la oportunidad de añadir a la compleja relación de nuestro héroe con Harvey un plano adicional a través del triángulo sentimental que Rachel formó con ambos. Su destino, hábilmente manejado por los cineastas, fue un gran aporte emocional a ambos héroes y a la oscuridad que se cierne sobre Batman, paradójicamente alimentando su misión.

“Don’t make me your only hope for a normal life.” Rachel Dawes (TDK, 2008)

Los creadores del film han afirmado que la carga emocional de la película está sobre los hombros de Harvey, lo cual no puede debatirse, pero también hay que reconocer que el policía más honesto de Gotham, James W. Gordon, gana protagonismo y también atraviesa un arco emocional tortuoso sin desviarse del sendero, revelándose así tan o más heroico que sus co-estrellas.

Gordon dedica su vida a sus ideales con recursos limitados y las mejores intenciones, y resulta más admirable precisamente porque en ocasiones no sólo sufre pérdidas, sino que fracasa a pesar de sus esfuerzos. Esto es hace más conmovedoras las escenas cercanas al desenlace cuando le grita a Batman "I have to save Dent!" o cuando expresa desesperadamente sus disculpas. Porque Jim sí tiene motivos para disculparse, pero esto no impedirá que siga poniendo su mayor ahínco en la misión de limpiar su ciudad.

Para mí, en gran parte Knight es una historia sobre el nuevo Comisionado.

Jim se lo merece. Ha sido quizás el personaje más despreciado, mal interpretado y maltratado en las interpretaciones cinematográficas precedentes. Finalmente podemos apreciar por qué él es el segundo hombre más temido en Gotham.

La interpretación de Gary Oldman es genial. Aunque no se presta para las extravagancias de sus co-protagonistas, al igual en Batman Begins Oldman se transforma en un Jim Gordon que parece haber salido caminando de las páginas de un comic. El peinado, el bigote, los anteojos, el lenguaje corporal, las expresiones... Tal y como si David Mazuccelli lo hubiera dibujado en la pantalla del cine. El personaje al cual tanto afecto le he tenido por años de repente cobró vida ante mis ojos. Pero guardaré mi tesis sobre la importancia del Comisionado para una futura entrada de este blog.

Sólo hago la acotación de que si bien en las apariciones de su familia tenía prominencia el niño mayor, ¿a que saben quién será su hermanita cuando crezca?

“You either die a hero or you live long enough to see yourself become the villain.” Harvey (TDK, 2008)



Es sorprendente cómo una simple moneda en manos del narrador apropiado se transforma no sólo en un poderoso factor emocional sino en el hilo conductor de una historia. Una de las primeras cosas que el Fiscal de Distrito Harvey Dent hace al aparecer en pantalla es lanzar una moneda al aire. Todos sabemos qué sucederá con ella, y por eso estamos pendientes de toda la información que nos transmite a lo largo de la película.

En la escena aludida Harvey comenta pasajeramente que era la moneda de su padre. Éste es un guiño para los fans que sabemos que gracias a ella Harvey sufría los abusos de un progenitor que eventualmente quedó recluido en Arkham. Con esa mención Nolan nos está diciendo: "Confíen en nosotros, sabemos lo que hacemos".

La moneda funge primero como una ventana a la personalidad del Fiscal Dent, un hombre que no cree en el azar, que está dispuesto a aceptar riesgos por defender sus ideales. La moneda juega un papel en el inicio de su relación con Rachel, precipita la conversación entre Batman y él en la cual el primero planea legarle su puesto a Dent como protector de la ciudad, y, finalmente, cuando Harvey le lanza la moneda a Rachel y ella descubre que tienes dos caras y que el abogado nunca tentó a la suerte logra inspirar aún más respeto por él.



“Harvey … I will never forget the sound of his screaming …” Batman (TLH, 1998)

Entonces, la tragedia ocurre. En los comics, es él mismo quien luego de su desfiguración raya una de las caras de la moneda para reflejar su propia dicotomía. Goyer y los Nolan presentan una propuesta superior. La forma en la que una de las caras de la moneda es arruinada garantiza que desde el momento en que Batman se la devuelve en el hospital ese pequeño objeto mantendrá a Dent aferrado al dolor de su pérdida.

Two-Face es mi favorito en la galería de villanos de Batman, así que no prometo objetividad. Desde que lo vi en posters como chef con Catherine Zeta Jones consideré que físicamente Aaron Eckhart fue una elección ideal para el papel. Me encantó la campaña política virtual que se desarrolló en los meses que precedieron a la película, y cuando finalmente lo vi entrar a la corte en la pantalla grande, rápidamente me convenció de que Harvey Dent había cobrado vida. Entre los reveces del libreto y la actuación de Eckhart la película toma los planteamientos de Frank Miller y Jeph Loeb y los enriquece profundamente.

“I’ll let you bend the rules, but we cannot break them. Otherwise, how are we different from him?” Gordon.

“Of course.” Dent. “Bats.”

“Batman. I have to have your word.” Gordon.

“Agreed.” Batman.

(The Long Halloween, 1998)



La escena en la cual Harvey, Jim y Batman se reúnen en torno a la Batiseñal a organizar su estrategia para capturar a Lau parece calcada de The Long Halloween. Y es que en la mitología moderna del Señor De La Noche, Dent es el vértice sobre el cual la carrera de Batman cambia de rumbo dramáticamente. En sus inicios, tal y como lo apreciamos en el film, el Dark Knight forja una alianza con estos dos hombres de ley. Es un triunvirato determinado a limpiar la ciudad pero, más importante aún, son algo que hasta el momento Bruce había carecido: Amigos afines. La eventual desfiguración y demencia de Harvey crea otra cicatriz en el alma del héroe, ahonda su soledad y siembra algo de desconfianza—aunque temporal—de parte de Gordon hacia él.

Nolan y compañía comprendían esto a cabalidad, y lo desarrollaron al máximo. Al darle a Harvey una presencia pública tan prominente, añadieron un agudo contraste entre la metodología de los dos "héroes". En Dent vemos a un hombre sin recursos económicos, que ha llegado a su posición actual por trabajo arduo y fuerza de voluntad, que no se le ocurre utilizar una máscara para hacer frente a la corrupción y al crimen, y que con su férrea moral está inspirando a la ciudad a cambiar.

Resulta también interesante apreciar cómo Bruce, sin que merme su admiración por el Fiscal, va perdiendo el afecto romántico de Rachel. ¿Es una sorpresa que ella se haya enamorado de Harvey? Cuando observas que Dent no tuvo que desaparecer por siete años entrenando en sitios remotos ni crearse una doble identidad para defender a la ciudad, no es difícil imaginar que ella debe estar cuestionando la cordura de las decisiones de su amigo de infancia. Es más, el mismo Bruce debió habérselo preguntado más de una vez a lo largo de la historia.

No estaba familiarizado con la actuación de Eckhart antes de esta película, y me sorprendió gratamente cómo interpretó tanto al noble Dent como a su trágico alter ego, lo cual debió ser un desafío como actor debido a los efectos especiales sobre su rostro. La manera en la cual el lado izquierdo de su rostro es destruido difiere de la versión tradicional de los comics. ¿Importa? En realidad no. Es una de esas ocasiones en las cuales desviarse del canon resulta inclusive más efectivo que la versión purista, al menos en el contexto del film.

Los Nolan y Goyer han sido minuciosos en anclar su historia en una realidad urbana, al punto que buscaron una explicación lógica para el nuevo avatar del Fiscal. Pero el nombre es Two-Face, no "Harvey Two-Face", ¿OK? Esa quizás es mi única queja, pero la olvido rápidamente ante el formidable trabajo que hicieron con el aspecto de este clásico villano. El ojo desorbitado, la mandíbula expuesta, la piel chamuscada... No puedo esperar a ver los extras del DVD para aprender cómo lo lograron. Cuando Two-Face entró en acción, la forma en que tomaba sus decisiones en base a la susodicha moneda incluso me recordó a la regla identificada por Chuck Dixon en cuanto a que Dent siempre tiene un giro secreto en las alternativas que presenta a sus víctimas. Obsérvenlo en la escena en la cual al fin confronta a Maroni.

“Two shots to the head. You ask me, it couldn’t have happened to a nicer guy.” Harvey Dent (TLH, 1998)

Antes de ver la película yo opinaba que Harvey debía protagonizar la segunda y convertirse en Two-Face en la tercera para aprovechar el personaje. Pero reconozco que la forma en que lo manejaron en TDK fue la ideal. Después de todo, Harvey pasa dos terceras partes de la película haciendo a Batman ideológicamente obsoleto. Es sólo con su lamentable transformación que nuestro protagonista es reivindicado, haciendo eco de los motivos que planteó para enmascararse en Batman Begins:

“As a man I’m flesh and blood. I can be ignored, I can be destroyed. But as a symbol I can be incorruptible.” Bruce (BB, 2005)

Agradezco la ambigüedad del final en cuanto a la muerte de Two-Face, pues me encantaría ver a Aaron Eckhart retomar el rol en un futuro film (No necesariamente tiene que ser el tercero). Pienso que el escenario es propicio para que Dent se convierta un poderoso jugador en el bajo mundo de Gotham, como lo hizo en Dark Victory.

"He's out to clean up a city that likes being dirty". (Batman: Year One, 1988)

La película retrata una etapa particular en la carrera de Batman. Los afiches que promocionaban The Long Halloween hace muchos años anunciaban "The year Gotham City went from bad to worse". Esa es exactamente la etapa que los Nolan y Goyer decidieron recrear en esta película, con la aparición del archienemigo de nuestro héroe, simbolizando la transición de los gángsters a los freaks que lo condenó a una vigila nocturna inacabable. En los comics se han hecho alusiones oblicuas a que quizás el Dark Knight tuvo la esperanza de completar su tarea y retomar una vida normal antes de que las tragedias fueran abrumándolo. El libreto de TDK escarba en este aspecto, extrae a flor de piel los anhelos de Bruce, no sólo en su ímpetu por acabar con el crimen organizado sino en sus sinceras conversaciones con Rachel en donde revela su deseo de que Batman sea una misión finita y de que la promesa con la cual se despidieron en Begins se haga realidad. Es doloroso presenciar todo lo que El Señor de La Noche tiene que confrontar a lo largo de la película, aún sabiendo que es su destino, que es lo que lo cimentará como el guardián permanente de Gotham.

“You know that day you once told me about, when Gotham would no longer need Batman? It's coming.” Bruce (TDK, 2008)

Aprecié particularmente un nuevo elemento que se sembró en Begins y se retomó en Knight: La idea de que Bruce ha creado su alter ego como un símbolo para inspirar a los ciudadanos de Gotham. Aún cuando el mensaje se distorsiona primero con imitadores y luego con El Payaso Rey Del Crimen, me parece que esa aspiración le da un grado más de nobleza a la cruzada de Bruce. No es sólo un niño que creció queriendo venganza o justicia, es alguien que está dispuesto a hacer una diferencia a gran escala. Una de las muchas preguntas que plantea el film es, ¿la ciudad realmente lo aprecia? ¿Agradece sus sacrificios? ¿O es sólo una moda?

Todos han reconocido que Batman Begins no cubrió su aspecto como el mejor detective del mundo, y en The Dark Knight se procuró remediar esta falta. En lo personal, no me molestó en la primera. Cuando nos encontramos con Bruce está al final de un entrenamiento de siete años; simplemente asumí que en los años anteriores había entrenado con investigadores alrededor del mundo. En TDK vemos a Batman enfrentarse con misterios cada vez mayores que siempre deduce sistemática y eficazmente. Sí, así es como debe ser.

La forma en que la alianza entre Batman y Gordon evoluciona a una verdadera amistad fue deliciosa, como ver mis comics favoritos saltar de sus bolsas a la pantalla grande. Finalmente Hollywood encontró el sentido de la alianza entre un vigilante y el policía más honesto de la ciudad.

Aplaudo la actuación de Christian Bale. Para mi sorpresa, descubrí que hace más de diez años Bale audicionó para el rol de Robin en Batman Forever que fue otorgado a Chris O'Donnell. ¡Menos mal! Christian nació para interpretar a Batman. Él entiende todas las facetas que asume el último vástago de la dinastía Wayne. La personalidad pública de Bruce es jocosa sin ser paródica y se contrasta con su verdadero yo en las escenas que comparte con Alfred y con Lucius. Cuando asume la identidad de Batman también cambia. Las escenas de combate son interesantes porque aquí no vemos acción a lo John Woo; Batman es efectivo y metódico y su objetivo es neutralizar al adversario de la forma más eficiente posible.



Algunos han criticado la voz que asume bajo la máscara. Esta voz viene desde BB, pero la utilizó más en pantalla en esta ocasión. En lo personal, no me molesta. Está establecido que él cambia la voz como Batman. Tiene que hacerlo, siendo una figura tan pública. Y sabemos que en esta versión Bruce está aplicando la “teatricalidad” que aprendió de Ra's Al Ghul. Me parece adecuado para el alter ego que ha creado que hable en un tono que es casi un animal rugiendo, que proyecte la presencia de alguien a un paso de ceder a la ira, aunque sepamos que nuestro héroe jamás quebrantará su única regla. Por supuesto que es derivativa del trabajo de Kevin Conroy, a quien los fans reconocemos como la voz definitiva de Batman. No es coincidencia que Conroy fue elegido para aportar su voz al DVD animado Gotham Knights (El Animatrix de esta nueva saga). Lo cierto es que Bale se queda corto al competir con Conroy, pero igual surte el efecto necesario para esta cinta.

Hay otro aspecto que me interesa enfatizar. Crecí leyendo los comics de Batman que editaba Denny O'Neil, en los cuales una de las reglas tácitas era que en Gotham City se consideraba a Batman una leyenda urbana, en donde se creía que quizás era un rumor inventado por la policía para intimidar a los delincuentes, una criatura sobrenatural o simplemente la alucinación de algún drogadicto. En el Gotham de los noventa Batman no era más real para el hombre promedio que los lagartos en las cloacas. En The Dark Knight logran llevarlo a otro nivel. El público está consciente de que existe un vigilante que en las noches combate el crimen disfrazado de murciélago. Y lo llevan a cabo de tal forma que el personaje no pierde su mística, su efectividad, su capacidad de infundir terror. Y al lograrlo, abren la puerta a interesantes reflexiones sobre la relación del protagonista con la ciudad que protege, con las consecuencias sociales de que un hombre se tome la justicia en sus manos cuando ve a las autoridades electas impotentes.

“A weary body can be dealt with but a weary spirit ... that’s something else. Sometimes, old friend, I wonder if I’m really doing any good out there.” Batman (“I Am The Night”, episodio de Batman: The Animated Series, 1992)

No nos equivoquemos: En esta película Batman es simultáneamente héroe incorrompible y víctima impotente. Ésta es la época en la cual el optimismo de Bruce Wayne se extingue. Estos son los días que no le dejan más opción que ceder su propia vida para que los demás puedan vivir las suyas. Cuando Batman parte hacia la noche en la última escena, sabemos que lo ha perdido todo salvo su cruzada. Y comprender que anheló más pero que cuando le fue arrebatado permaneció fiel a sus ideales lo eleva como el más noble de los héroes de la mitología moderna.

"Now I'm sure the day won't come when you no longer need Batman." Rachel Dawes (The Dark Knight, 2008)

¿Había otro personaje en esta película? ¿No hemos repasado suficientes personalidades complejas e intensas como para rellenar una trilogía cinematográfica? ... ¡Ah, sí! Se me olvidaba ...

Cuando inicialmente oí que el Joker simplemente utilizaría maquillaje en lugar de adquirir su aspecto por un zambullón en químicos, tuve la típica reacción del purista que se enfada por reflejo.

Pero entonces El Payaso Rey Del Crimen irrumpió en la reunión del crimen organizado, hizo "un truco de magia", acusó a Lau de ser un soplón, exigió la mitad del dinero de la Mafia y lo acusaron de ser un freak.

Vendido al caballero con el collar de Batman que ha venido al cine cada fin de semana desde el estreno.

Todos los que trabajaron en esta película entienden la esencia del Joker. Los más grandes super-héroes representan arquetipos universales complementados por sus archienemigos. Spider-Man versus el Green Goblin simbolizan el bien contra el mal. Superman versus Lex Luthor presentan la pureza absoluta contra la corrupción absoluta. Batman versus el Joker son el orden contra el caos. Y ese es el principal aporte del Joker a esta historia: Caos absoluto, frenético, incontenible. Él llega a destruir todo lo que los demás valoran, y el único que entiende su carencia de motivación es el sabio patriarca sustituto.

"Some men just want to watch the world burn." Alfred (TDK, 2008)

Este Joker es un psicópata desalmado, es la personificación de la descripción que alguna vez Greg Rucka dio del personaje: El Joker te hace reír y a medio camino la carcajada se convierte en una mueca de horror ante la atrocidad que cometió. Así como Batman es el mejor detective del mundo el Joker es el más grande sociópata homicida conocido. Y en esta película apenas está calentando los motores.

"I came to talk. I've been thinking lately. About you and me. About what's going to happen tu us, in the end. We're going to kill each other, aren't we?" Batman (The Killing Joke, 1988)

En los comics, la norma es que Batman tiene entre diez y doce años operando y de vez en cuando comenta como al principio pensó que el Joker era "sólo un payaso". Aquí vivimos esa etapa paso a paso, desde su conversación con Gordon en la cual desestima al Joker ya que está más preocupado por acabar con la Mafia. Batman paga caro ese error a lo largo de las dos horas y media de la película, y al final vemos cómo nace una rivalidad que los unirá para el resto de sus vidas.
“You know what I am? I'm a dog chasing cars. I wouldn't know what to do with one if I caught it. You know, I just do things.” Joker (TDK, 2008)

Disfruté mucho la reinterpretación de una propuesta que Chuck Dixon hizo hace unos años con respecto al personaje. Sabemos en los comics que el Joker es producto de un accidente en una planta química gracias a la narración omnisciente. Pero los personajes no lo saben e ignoran quién era antes. El mismo Joker tampoco lo sabe; el trauma borró su identidad previa. Dixon planteó que el Joker se reinventa constantemente e imagina nuevos orígenes para su locura, que no podemos confiar en ninguna versión que se cuenta de su vida antes de la demencia. Una variación de esto vemos en el trabajo actual de Grant Morrison, quien aprovecha la constante reinvención del Joker para armonizar toda las versiones del personaje que han existido en las últimas cinco décadas. Esto lo retoman magníficamente en TDK, en las múltiples versiones del origen de su sonrisa Glasgow que maniáticamente relata a lo largo de la historia.

"If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice!" Joker (The Killing Joke, 1988)

Al Joker no le importa. Él simplemente está haciendo un chiste de todas las teorías psicológicas que podrían explicarlo. Él es su propio alfa y su propio omega, y no tolerará nada menos. Menos mal que Freud y Skinner no se toparon con él.

Tal y como sucede en el mundo de los comics, el Joker surge sin explicación y sin motivación, lo cual lo hace más aterrador. Y vivimos con Bruce, Jim, Harvey, Sal, Gambol y los demás la impotencia de no comprender su maldad. El terror que inflige sobre Gotham City lleva a un nuevo nivel el concepto de la clásica novela gráfica The Killing Joke de Alan Moore y Brian Bolland. El Joker quiere demostrar que nadie es noble, nadie es bueno, que todos están a un día de distancia de convertirse en él. Todos en Gotham City son sus títeres, exigiendo la entrega de Batman, motivándolos a matar a Colman Reese, imponiéndoles la decisión de ejecutar a docenas de desconocidos para salvarse a sí mismos, forzando a Batman a violar indirectamente su regla de no matar, destruyendo al más noble de todos sus ciudadanos.

“You'll see, I'll show you, that when the chips are down, these uh... civilized people, they'll eat each other. You see, I'm not a monster. I'm just ahead of the curve.” Joker (TDK, 2008)


Y ese es el aspecto más inquietante de toda la película. La mayoría de las críticas se han enfocado en la temática del costo del heroísmo que ya hemos abordado, pero para mí más profunda y conmovedora fue la crítica social que se logra a través del Joker. Es un terrorista, sí. Pero no es oportunismo de los productores. El Joker ha sido un terrorista desde su creación en los años cuarenta, sólo que fue diluido en los sesenta hasta que Denny O'Neil lo restauró en los setenta. Esta película no se trata de apoyar o criticar la política de EEUU contra el terrorismo. Nolan trata de hacernos confrontar la ambigüedad de la naturaleza humana. Si extraes a Batman y al Joker de la película lo que queda es un reflejo de la sociedad moderna, que enardece a un héroe en Larry King Live el martes y lo crucifica en E! News Daily el miércoles. Es nuestra falta de compromiso con valores e ideales. El Joker es nada más un portavoz. Es fácil ser honesto y recto cuando no implica sacrificios. ¿En qué nos convertimos cuando somos amenazados? Ninguno de nosotros tiene la capacidad de ser Bruce Wayne así que, privados de la confianza que daría ser un arquetipo, tenemos la obligación de contemplarnos en los asistentes a la conferencia de prensa de Harvey Dent, en los hombres que tratan de matar a Reese, en los pasajeros de los ferrys. En serio, ¿qué sociedad hemos construido? ¿Cuáles son nuestros valores? Cuando salimos del cine lo más inquietante no es que la película traduce sin endulzar los conceptos de los comics al mundo real sino que no tenemos a Batman para decidir por nosotros.

"The only thing necessary for the triumph of evil is for good men to do nothing.” Edmund Burke.


Inolvidable es el único adjetivo que se ajusta a la escena en el cuarto de interrogatorio de la policía cuando el Joker y Batman se enfrentan, y el villano esboza tales ideas que se meten debajo de la piel de la audiencia. No es sorpresa que el Dark Knight pierda los estribos. Lo perturbador es que queremos que Batman le dé una paliza no porque es la solución, sino porque queremos silenciarlo lo antes posible. El Joker es esa vocecita que todos llevamos adentro, que nos inspira a cometer los actos de los cuales más nos avergonzamos, aquellos que periódicamente nos hacen odiarnos a nosotros mismos.


"We aren't contractually tied down to rationality! There is no sanity clause!" Joker (The Killing Joke, 1988)

Hay quienes han criticado que el Joker le roba el show a Batman en esta película. Ellos no entienden que el Joker es un vehículo para mostrar otro lado del protagonista. Al confrontarlo, Batman pierde su habilidad de intimidar, su raciocinio, su lógica formidable para resolver problemas, porque nada de ello aplica. El Joker sólo quiere sacarlo de quicio y lo logra. Su frustración se deja ver claramente cuando, luego de la escena fantástica con el trailer, El Señor de la Noche acaba estrellando su Bat-pod con un rugido de impotencia, porque le falló su estrategia de amedrentación.

¿A que todos nos hemos sentido así en algún momento? El Joker es lo que en la mitología llaman personajes tricksters. Lo malo es que en la vida real nos encontramos con ellos también. Me consta. Y cada uno de los personajes en la historia, desde Gambol hasta Stephens, reacciona tal y como nosotros reaccionamos a ellos en la realidad.



No puedo pasar por alto el discurso final del siniestro Joker de Ledger. Es poderoso, no sólo en el sentido clásico que cimienta su vínculo de destrucción mutua asegurada con Batman sino porque subraya la esencia de la resonancia social subyacente en la película. Recuerdo que cuando la novela The Da Vinci Code estaba de moda la describí como el thriller del hombre inteligente. Esta película es el blockbuster del hombre inteligente. Acción, explosiones, efectos especiales, personajes complejos y un mensaje que trasciende. Presten atención. Asimílenlo y luego vayan a leer las noticias.

Y, hablando de la última escena del Joker, ¿notaron el tributo a la versión de Tim Burton y Jack Nicholson?



Antes utilicé el verbo aplaudir, así que ahora tengo que recurrir a ovacionar. A Christopher Nolan, a Jonathan Nolan y a David Goyer por escribir la película perfecta del Joker, y a Heath Ledger por darle vida al villano más vil que todos adoramos. Ledger entendió al personaje. Le sale por los poros, lo demuestra en cada movimiento de su cuerpo, lo comprueba con la entonación que le da a cada oración, lo enfatiza con cada expresión de su rostro. Y es complementado por tantos detalles, como el camión del circo cuyo letrero decía Laughter pero que con una S en graffitti se convierte en Slaughter.



Denle un Oscar póstumo. Denle una cuenta bancaria en donde todos los fans depositaremos un porcentaje de nuestro salario para mantener a su hija. Ni Hollywood ni su audiencia pueden asimilar la gran pérdida sufrida por circunstancias tan absurdas y prevenibles. Heath Ledger tenía mi edad. Con semejante interpretación a estas alturas, ¿podremos imaginar qué habría logrado con tan solo cinco años más de vida?

¿Maquillaje? ¡Qué importa! De hecho esa decisión lo acerca más a la maldad que late dentro de cada ser humano común y corriente. Y si soy totalmente objetivo, es de conocimiento público que parte de la inspiración de Bill Finger para la creación del Joker fue la película The Man Who Laughs de Paul Leni, una adaptación de una novela de Victor Hugo en la cual Conrad Veidt intepreta Gwynplaine, un hombre al cual precisamente lo han desfigurado con cicatrices que le imprimen una sonrisa permanente a su rostro. Así que en ese sentido el Joker de Nolan y Ledger es sumamente fiel a sus orígenes creativos.

Adiós, Hannibal Lecter. El cine tiene un nuevo estándar para el mal en su más pura manifestación.

“This town isn’t big enough for two homicidal maniacs.” Joker (TLH, 1998)

Hay muchas otras cosas que podría alabar, como la misión en Hong Kong que es una de las escenas más visualmente emocionantes del film, hasta el génesis del Batpod. Ambos son elementos que me parecieron incongruentes antes de ver la película pero que resultaron tener completo sentido en el contexto de la historia. El rol de Alfred, aunque un poco reducido comparado con la película anterior, es sustancioso y crucial para la supervivencia emocional de Bruce, y el Lucius Fox de Freeman—el personaje con el cual más libertades se han tomado—tiene escenas encantadoras a lo largo de la cinta y se despide planteándonos otro dilema moral sobre el vigilantismo, como si la historia no nos hubiese ya cuestionado lo suficiente. El soundtrack de Hans Zimmer y James Newton Howard también se destaca y amerita escucharlo por su cuenta.

Todo lo anterior, y un final inesperado, también. The Dark Knight comparte con Iron Man la particularidad de haber roto con los esquemas de los tradicionales desenlaces para películas de super-héroes, aunque aclaro que TDK toma una dirección totalmente distinta al personaje de Marvel: Igual de trascendental, pero mucho más conmovedora.

He visto algunas críticas que señalan la ausencia del tema del miedo que predominó en Begins, pero eso no lo veo como un defecto. En la primera Batman conquistó su miedo y lo transformó en un arma contra sus enemigos. En ésta confronta a un adversario inmune al miedo y tiene que encontrar una nueva forma de doblegarlo. En ésta El Señor de la Noche aclara que él no es un simple boogeyman.

Nos queda sólo preguntarnos qué viene después de este mangum opus de Christopher Nolan. En los comics, luego de este trágico giro en la carrera de nuestro héroe las cosas se tornaron más difíciles. Los freaks se tomaron las calles, Gordon empezó a considerar con recelo que, si uno de sus aliados había caído tan bajo el otro también podía hacerlo, y la actitud de Bruce frente a la vida fue tornándose cada vez más oscura. No fue sino hasta que cierto huérfano del circo entró a su vida que Wayne empezó a recuperar algo de optimismo. Pero Nolan ha advertido no tener interés en el Dúo Dinámico, y la posición en la cual se encuentra la saga todavía da para más aventuras solitarias antes de la llegada de Robin. Yo sugeriría introducir a Catwoman, pero no como la antagonista principal sino como la tentación ideal dado el estado emocional con el cual Batman partió en TDK.

¡Ah! Casi lo olvidaba. ¿Todavía no recuerdan quién era Cyrus Pinkney? En 1992 DC Comics publicó un crossover entre los títulos Batman y Detective Comics titulado "The Destroyer", en el cual introducían el concepto de que el Juez Solomon Wayne comisionó al joven arquitecto Cyrus Pinkney para diseñar los edificios góticos que llegaron a caracterizar a la ciudad. Esta historia fue hecha para deliberadamente introducir en la apariencia de los comics los diseños que Anton Furst (Q.E.P.D.) hizo para la ciudad en la primera película de Tim Burton (1989). Es un detalle que sólo un fan estudioso conocería. Bueno, en los mini-noticieros de Gotham Tonight, uno de los varios sitios de mercadeo viral que precedieron a la película, cuando hicieron un perfil del hijo favorito de Gotham mencionaron que la Mansión Wayne había sido construida por Cyrus Pinkney bajo instrucciones de Solomon Wayne. Con ese pequeño comentario me convencieron de depositar toda mi fe en el equipo detrás de la película. Con esa mención nos garantizaban que conocían y honrarían la historia. (Lo irónico es que la Gotham de Nolan, en su afán de realismo, no tiene nada en común con la ciudad de Furst, que es la que se atribuye a Pinkney.)

A propósito, si quieren entretenerse con todos esos noticieros de Gotham Tonight, pueden verlos aquí: http://www.gothamcablenews.com/

The Dark Knight ha tomado los mejores elementos de los más memorables comics de Batman y los ha elevado a una nueva esfera. Si somos honestos, muchos de los ahora clásicos que informan esta película no existían aún cuando Tim Burton planeó su primera película con Michael Keaton. No obstante, para una franquicia que no hace tanto tiempo fue salvajemente masacrada por Joel Schumacher, tenemos que estar agradecidos por la majestuosa resurrección que Chris Nolan llevó a cabo.

Varios han llamado a Batman "el Hamlet de los super-héroes". Esta película finalmente demuestra por qué.

Septiembre, 2008

Lecturas Recomendadas:

Así que te gastaste la mayor parte de la quincena yendo al cine a ver The Dark Knight una y otra vez, y ahora te estás preguntando cómo puedes suplementar tu dosis de El Señor De La Noche. He aquí mis recomendaciones:

Batman: Year One
Aunque francamente este clásico fue más fuente de Begins que de Knight, aquí Frank Miller establece los pilares del personaje de James Gordon, de la corrupción y la decadencia de Gotham City y de la cruzada de nuestro héroe. Y luego de leerla no podrás evitar pensar que Gary Oldman es el vivo retrato del Gordon dibujado por David Mazzuccelli.
http://www.amazon.com/Batman-Year-One-Frank-Miller/dp/1401207529/ref=pd_bbs_sr_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220933839&sr=8-1

Batman: The Killing Joke
Esta obra maestra de Alan Moore es claramente la base sobre la cual se construyó el personaje del Joker en TDK. En esta legendaria historia, el Payaso Rey del Crimen decide demostrar empíricamente que cualquier persona está a un mal día de distancia de convertirse en un monstruo como él. Esto es precisamente lo que hizo en la película, sólo que llevado a una escala mayor. Y ésta excelente exploración de la relación entre estos adversarios luce el maravilloso arte de Brian Bolland.
http://www.amazon.com/Batman-Killing-Joke-Alan-Moore/dp/1401216676/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220933965&sr=1-1

Batman: The Long Halloween
Esta magistral trama de Jeph Loeb es a la que recurriría si necesitara explicarle el personaje a alguien con una sola historia. Y se cae de su propio peso que esta maxi-serie fue la espina dorsal de The Dark Knight. Aquí nos relatan la transición del crimen organizado a los freaks. Esto es exactamente lo que aborda el tema de la "escalación" en Knight, sólo que enfocado en el Joker, mientras que en The Long Halloween aparecen varios de los villanos más famosos de la galería de Batman. Además, esta saga describe la alianza entre el murciélago, el policía y el fiscal, y paulatinamente nos va revelando el descenso de Harvey Dent a la demencia.
http://www.amazon.com/Batman-Long-Halloween-Jeph-Loeb/dp/1563894696/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220934129&sr=1-1

domingo, 6 de julio de 2008

In Memoriam: J'onn J'onzz

Fue hasta doloroso presenciarlo, aunque debimos verlo venir.

¿Quieres destacar tu reputación dentro del grupo de peores criminales del mundo? Extermina a una raza.

J'onn J'onzz, el Martian Manhunter, pilar de la Liga de la Justicia, uno de los héroes más nobles del universo de DC Comics, perdió la vida en Final Crisis # 1, a manos de un recién llegado llamado Libra. ¿El autor intelectual? Grant Morrison.

No obstante, todos los lectores de DC Comics tenemos algo de responsabilidad en la decisión de que J'onn haya sido elegido como la primera oveja a sacrificar. Después de todo, no he conocido a ningún fan de DC a quien le desagrade el marciano. La aceptación de este metamórfico personaje ha sido tan vasta que cada encarnación de la Liga (excepto la última versión de Meltzer) a lo largo de las décadas siempre lo ha contado entre sus miembros, inclusive cuando la Trinidad estaba ausente o cuando los titulares eran Blue Beetle y Booster Gold. El nombre Martian Manhunter llegó a ser sinónimo de JLA, constituyéndose en el alma simbólica del equipo.

Entonces, ¿cómo acabó en garras de Libra?

Este personaje ha estado con nosotros desde 1955, cuando apareció en Detective Comics # 225 en una historia escrita por por Jack Miller e ilustrada por Joe Certa. No obstante, los lectores nunca apoyamos a J'onn lo suficiente como para garantizar su supervivencia. Ni las mini-series individuales ni los intentos de darle su propio título tenían éxito. Inclusive el proyecto reciente post-Infinite Crisis de actualizar al personaje --reemplazando su traje de stripper marciano y atribuyéndole al personaje una actitud más cónsona con el Siglo XXI-- no encontró la acogida popular esperada. Así que ninguno de nosotros debe escandalizarse de que Dan Didio lo haya sentenciado en el más reciente evento de DC.

Y de ahí nace la interrogante que nos queda por considerar. ¿Qué le hizo falta al Martian Manhunter? Todos le teníamos afecto, pero sólo nos gustaba verlo como parte de equipos. ¿Qué carencia sufría J'onn que le impidió acercarse al nivel de popularidad de aquel otro extraterrestre de capa roja?

Como inusual consuelo nos queda saber que el último hijo de Marte no perdió la vida por un cliché. Al menos J'onn no fue sacrificado en la típica escena de los eventos en la cual un héroe noblemente entrega su vida para que la humanidad sobreviva. Grant Morrison está determinado a hacer de Final Crisis la saga que rompe con todos los paradigmas, y este héroe es asesinado sin miramientos en el primer número de FC. Fue necesario sólo un panel para mostrarnos cómo Libra atravesó su corazón con una lanza en llamas mientras que J'onn gritaba el nombre de su difunta esposa y un criminal de poca monta filmaba el marcianicidio con su celular, para luego colgar el video en Internet.

Un reflejo de los tiempos, sin duda alguna. Y es que Morrison ha identificado al Martian Manhunter como uno de los principales símbolos de la Era de Plata de los comics, y con esa atroz escena nos está informando que aquel período definitivamente ha culminado. Pero también lo veo como una metáfora de nuestra época al demostrarnos que los héroes ya no son sagrados, que hasta el más puro y noble puede padecer una muerte ignominiosa y humillante como única recompensa a sus esfuerzos.

(Excepto si eres un activo intelectual muy valioso para la corporación a la que perteneces, claro.)

Curiosamente, su muerte ha motivado al dibujante Michael Netzer a iniciar una campaña para salvar al Martian Manhunter: http://michaelnetzer.com/rEvolution/content/view/289/123/. ¿Hará alguna diferencia? Como bien dijo Superman en el funeral del marciano, en el universo de DC siempre podemos rezar por una resurrección.



Mientras tanto nos despedimos de J'onn J'onzz, un huérfano de raza que amó a la Tierra más que sus propios habitantes.

lunes, 12 de mayo de 2008

Iron Man y el Fenómeno Singer

Debo comenzar por aclarar que mi referencia al talentoso Bryan Singer se limita a su trabajo en las dos primeras películas de X-Men y no al strike que cometió con Superman Returns.

Pues bien, reconozco que nunca he sido lector de Iron Man; nada más me he familiarizado con él por su relación con otros héroes por los cuales sí tengo predilección. Pero cada comic que logra saltar al cine merece nuestro apoyo (Desde Hellboy hasta Catwoman -- Ugh!), y con un elenco de grandes ligas la película prometía el potencial de una X-Men o de un Batman Begins, así que seis horas antes del estreno ya custodiaba mi boleto y contaba los segundos que faltaban para la premiere.
La cantidad de reviews de las últimas semanas y un desempeño sorprendente en la taquilla ya hace obvio el hecho de que Iron Man es un film formidable, el cual califico a la altura de Spider-Man y Batman Begins. De hecho los ingresos de taquilla reportados en el primer fin de semana quedan tan sólo en segundo lugar después del debut cinematográfico de su ex-pupilo, Peter Parker.

Aunque mi falta de familiaridad con la mitología de Tony Stark me impide reconocer cuántas licencias artísticas se tomaron en la traducción, considero que aún si hay un exceso de ellas la película es una interpretación magnífica que incluso logra balancearse entre una película de super-héroes tradicional y una cinta blockbuster de verano diseñada para una audiencia mayor.

Robert Downey Jr. sencillamente se roba el show. Dejando a un lado la ironía de haberlo escogido para el rol del único super-héroe alcohólico, Downey se convierte en Anthony Stark. Pero no lo asume como el Matt Murdock de Ben Affleck o el Reed Richards de Ioan Gruffudd, quienes sólo enfatizaron el plano más evidente del personaje. RDJ hace de Tony una persona real: Sí, sí es un genio con demasiado dinero en sus manos y una mente aburrida en busca de la siguiente emoción, pero Stark nunca se vuelve un cliché. Es una persona real que nos va revelando cada vez más facetas a medida que la película avanza y él va asimilando su epifanía. No es el hecho de que la experiencia en Afganistán le haga reconsiderar su negocio de armas, sino que podemos sentir sus nervios y sus dudas y su ansiedad al tomar la decisión mientras gana tiempo con una quesoburguesa.
El resto del elenco no deja nada que desear. Gwyneth Paltrow se calza los zapatos de Pepper Potts bien, sin permitir que su belleza desencaje con el personaje, y nos deleita con una especial química con Downey Jr. que entretiene y maniobra exitosamente entre los convencionalismos de la confidente femenina en el género. Hasta donde sé Tony no tiene una Lois Lane ni una MJ Watson y de hecho Pepper termina casándose con Happy Hogan, el chofér (Muy listo de part de John Favreau tomar ese rol, ¿eh? Jeff Bridges hace del rol de Obadiah Stane suyo. Nunca nos asfixia con su destino antagónico; es sólo un hombre dispuesto a echar adelante el negocio al precio que sea necesario, y su carisma nos conquista en las primeras porciones de la película. Terence Howard es quizás mi única duda: Su actuación como Jim Rhodes es convincente y se equilibra bien con la de RDJ, pero se me hace un tanto gentil comparado con el Rhodes de los comics. Por irme con una sugerencia predecible, habría visto encajar mejor a Denzel Washington en este papel. Pero ya veremos, más adelante, cuando Rhodes se calze la armadura de War Machine.
Los efectos especiales son asombrosamente convincentes, desde la armadura cruda que Tony construye siendo un rehén de los terroristas hasta la versión final roja y dorada con la cual eventualmente combate al Iron Monger. En ningún momento somos expulsados de la realidad fílmica por estos efectos. Iron Man padece del mismo mal que el Spider-Man de Sam Raimi: Mientras más tiempo el protagonista utilice una máscara completa (en el caso que nos ocupa, de metal, además), más riesgo se corre el director de que, a falta de expresiones faciales para comunicar emociones, su audiencia se desconecte del héroe. Pero Iron Man no se acerca a ese territorio, y ese éxito también debemos atribuírselo en parte a las fundaciones que establece Downey Jr. antes de ponerse la armadura.

La trama la aceptamos con el mismo Talón de Aquiles que aqueja a todas las películas inaugurales del género: Relatar la historia de origen del super-héroe implica una cierta predecibilidad en su forma. Pero en el caso de Iron Man la historia avanza de forma orgánica, y las diferencias marcadas entre Tony Stark y todos sus colegas que le han precedido en la pantalla grande nos hace interesarnos en él mucho antes de que nazca su alter ego. Stark no lo finge como Bruce Wayne; realmente es un mujeriego que bebe demasiado. Su desmesurado genio es contrastado con sus vicios y defectos. No tuve problema alguno con que su génesis se trasladara a Afganistán. Es un mal necesario del personaje: Para mantenerlo joven siempre habrá que mover su origen a la guerra más reciente. Si lo hubiéramos dejado en Vietnam como lo planteó Stan Lee, hoy en día habríamos visto Iron Grandpa. El tiempo y detalles que los realizadores se toman para permitirle a Stark desarrollar la identidad de Iron Man es algo que también se les agradece, y esta fase incluye algunas de las escenas más deliciosas del film.
Todos los halagos que anteceden hay que complementarlos con una ovasión de pie a John Favreau, el director de Iron Man. Aunque lo conocía como actor, cuando escuché que él llevaba el timón en este proyecto titubeé como todos los demás fans. ¿Qué cualidad tenía él que justificaba su elección? ¿No había un James Cameron o un J.J. Abrams disponible? La respuesta radica en El Fenómeno Singer: Confíale la franquicia a un director cuya pasión por y comprensión de la mitología antecede a su necesidad de lucrar con ella. Como Singer cuando re-interpretó a los X-Men para una audiencia cinematográfica, el amor de Favreau por Iron Man y su elenco se deja ver en cada línea de diálogo, en la coreografía de cada escena, en todos los pequeños detalles enterrados en la trama para deleitar a los más fanáticos. Es gracias a él que Iron Man asciende al cénit en el cual ya se encuentra su antiguo protegé, Peter Parker.

Marvel se ha lucido en este primer esfuerzo por tomar control creativo de sus películas. Espero que Ed Norton se haya equivocado en su apreciación de la próxima. Y se rumorea que Marvel está coordinando la traducción de su universo continuo a la pantalla grande. ¿Notaron el escudo del Capitán América en el laboratorio privado de Tony? http://www.firstshowing.net/2008/05/09/captain-americas-shield-found-in-iron-man/ Y al parecer el sero que le inyectaron a Steve Rogers aparece en The Incredible Hulk. Lamento haberme perdido el cameo de Samuel L. Jackson interpretar a Nick Fury al finalizar los créditos, lo cual es fantástico para todos los fans de The Ultimates. Lo que sabemos con certeza es que aparentemente vienen películas de Thor, Ant-Man y el Capitán América. ¿Alguien puede deletrear Avengers?
El éxito rotundo de taquilla ya nos ha garantizado una secuela para el 2010. Menos mal que Favreau sembró semillas como el grupo terrrorista de Los 10 Anillos. Mientras llegue esta segunda entrega, tenemos material para entretenernos por mucho tiempo en este primer episodio, desde la jocosa introduccion de The Strategic Homeland Intervention Enforcement and Logistic Division (Alias SHIELD) hasta una nueva versión de Jarvis que lo distancia de su colega en Gotham City sin privarlo de su personalidad.

Y no puedo dejar de resaltar que Iron Man cuenta con uno de los finales más inesperados pero lógicos en las películas de este género. ¿Que si Tony derrota al villano? Pues sí. ¿Para qué negarlo? La pregunta es qué hace después de su victoria.

A mí, por lo menos, no me quedó otra que cosa sino aplaudir.

domingo, 13 de abril de 2008

Batman: Cuando Evolucionó

"Which one of the kids would you like to talk about first, Alfred?" Bruce.

La naturaleza de un personaje con continuidad narrativa presenta la oportunidad y el deber de de que el personaje madure y crezca a través de lo que los artesanos de la narración han denominado "arcos", en donde el protagonista atraviesa una experiencia específica que transforma su conducta de alguna forma. Lo vemos en la televisión todo el tiempo, desde la legendaria Buffy hasta el actual éxito, Lost.

Pero el medio de los comics padece de un fenómeno peculiar. Personajes como Superman, Wonder Woman o Captain America se han convertido en iconos modernos que han entretenido a múltiples generaciones y se han ganado el dudoso privilegio de ser activos valiosos para las compañías a las que pertenecen, y como la fórmula de la Coca-Cola deben preservarse intactos para futuros lectores. Esto no sólo exige que cualquier cambio dramático que sirva a una buena historia sea reversible, sino que estos personajes deben conservarse en la edad ideal para sus aventuras -- Entre los veinte y los treinta -- lo cual obliga a sus escritores a crear la ilusión de la evolución sin hacer cambios de los cuales futuros narradores no se puedan retractar.

(Joe Quesada y Mephisto pueden ser más elocuentes sobre este fenómeno, que considero singular del medio.)

Ya se ha escrito bastante sobre las posibilidades a las cuales se le cerró la puerta por falta de visión cuando estos héroes surgieron. Si Bruce Wayne hubiera envejecido en tiempo real, Dick Grayson habría heredado la máscara del murciélago y hoy en día quizás estaríamos leyendo cómo Tim Drake (quien ya empezaría la década de los veinte) es nominado como el tercer Batman. John Byrne basó su mini-serie Generations en esta tesis.

Pero esta entrada no se refiere a lo que pudo ser sino a lo que es, y por ende abordamos los específicos desafíos que El Señor De La Noche le presenta a esta "evolución limitada". Descrito en alguna ocasión como "el Hamlet de los super-héroes", Batman es un aluvión de complejida psicológica con la cual te puedes entretener por años. Pero esa misma riqueza es un obstáculo, pues no te puedes desviar mucho de ella sin eliminar su motivación para ser el mejor detective del mundo. ¿Recuerdan la magnífica escena en Mask of the Phantasm cuando un joven Bruce enamorado ruega perdón ante la tumba de sus padres, pues su muerte ya no duele tanto? Andrea Beaumont y Silver St. Cloud pueden dar fe de que todos los amores del último heredero Wayne siempre acabarán mal. Igual Harvey Dent puede dar fe de que cada amistad que forje nuestro héroe terminará en tragedia. Jason Todd nos demostró que su anhelo de tener una familia nunca será saciado (¡Maldito seas, Superboy-Prime!). El Joker confirma con sus actos que el crimen que juró erradicar no era finito como la Mafia, que el caos que Bruce detesta es obscenamente eterno.

Dieciocho años de ser fan irredimible de Batman me ha hecho presenciar cómo la vida del Dark Knight se mueve cual péndulo. El talón de Aquiles de un héroe solitario y atormentado es su incapacidad de confiar en los demás (exceptuando a Alfred Pennyworth y a Jim Gordon, que se merecen artículos separados). Y con los golpes que se ha llevado, todos compartiríamos su afición a la soledad. Una lógica evolución de esa debilidad sería aprender en quiénes confiar y depender en ellos. La alternativa sería el extremo presentado por The Dark Knight Returns de Frank Miller. El intermedio es lo que hemos vivido en historias como Hush, en donde si bien el héroe intenta ventilar su corazón, el desenlace es obligatoriamente trágico.

Aludí a la imagen del péndulo porque bajo la dirección de Denny O'Neil hubo dos intentos claros de cambiar de dirección el cauce de las historias que de haber sido consistentes quizás habrían dejado a Batman en una posición interesante. Bane instaló a Bruce en una silla de ruedas porque él no pudo admitir que necesitaba ayuda para detener a los prófugos de Arkham que su adversario liberó precisamente para agotarlo. Tras el desenlace de aquella memorable saga Bruce regresó con una nueva visión ante la vida. Es más, si Azrael no hubiera perdido la cordura, Bruce se habría retirado de sus actividades nocturnas. De aquel desastre se derivó la historia Prodigal en donde Dick finalmente substituía (temporalmente) a Wayne, y en la cual disfrutamos la bella conversación entre mentor y discípulo en la cual Bruce verbalizaba su reconocimiento de que el primer Robin había superado a su padre.

"Batgirl." Cassandra Cain.

"Bat-Who?" Criminal.

"We are many now." Cassandra.

Después de que el terremoto devastó Gotham City en Cataclysm y el gobierno le dio la espalda a la ciudad corrupta en No Man's Land, la frustración hizo que Bruce "despidiera" a todos sus aliados incluyendo a Alfred y a Gordon. El primer acto de aquella memorable saga de doce meses fue específicamente diseñado para demostrar que Batman no podía con semejante tarea por su cuenta. Él admitió sus limitaciones y convocó a sus aliados. Era una época propicia para que Batman preparara un equipo de operadores. Estaba Nightwing, el primer Robin y el indiscutible hijo pródigo. Oracle, la antigua Batgirl, había permanecido en las ruinas de Gotham como miembro esencial. Estaba Tim, el Robin actual tan bien desarrollado por Chuck Dixon. Ahora se incluía a Azrael, quien no dio la talla como "Batman sustituto" pero que ahora se esmeraba por redimirse. Cassandra Cain acababa de ser ungida como la nueva Batgirl. Huntress se destacaba como la tradicional pero interesante oveja negra que nunca llenaba las expectativas de nuestro héroe. Alfred se vislumbraba como el patriarca de la dinastía sui generis. Y Jim Gordon ... Que alguien encuentre a un personaje tan rico y contradictorio como Jim en el medio. ¿Quién puede olvidar la conmovedora charla que él y Batman sostuvieron justo antes del desenlace de No Man's Land?

La conclusión de aquella épica señaló una renovación en los comics de Batman, y se enfatizó con el lanzamiento del nuevo título Gotham Knights cuyo enfoque sería la relación de Bruce con sus aliados. A veces me pregunto qué habría sido de la mitología de Batman si Denny hubiera seguido siendo el editor. ¿Se habría estrellado con la misma muralla? Tratándose de un escritor de su calibre, lo dudo. Esquivando digresiones, este artículo se refiere al difunto Gotham Knights, pero no se enfocará en el primer período bajo la pluma emotiva de Devin Grayson sino en el año en que Scott Beatty tomó las riendas.

Para quienes no lo conocen, Scott Beatty es el autor de The Ultimate Guide to the Dark Knight y un ocasional colaborador del genial Chuck Dixon, con quien ha insertado verdaderas joyas en la corona de Batman. Recientemente la nostalgia me hizo excavar en mis cajas de comics y me inspiró un nuevo aprecio por el trabajo de Beatty en ...

Gotham Knights # 33 - 49

Un pilar de las historias de Beatty fue Bane, lo que no sorprende, dado que Scott no sólo es fan sino amigo y colaborador de Chuck Dixon, a quien Denny oportunamente le designó la tarea de concebir a este crucial oponente que en el '93 mandó a Batman a la banca. Bane es un personaje muy rico en su perfil psicológico (También amerita un artículo separado), quien lamentablemente tras la partida de sus capitanes ha caído en roles tan inútiles y absurdos como ser integrante del Suicide Squad de Amanda Waller sin explicación alguna. Pero en su momento, Dixon trazó un curso prometedor post-Knightfall que tenía a Bane en búsqueda de la misteriosa identidad de su padre. Desafortunadamente Dixon dejó al Dark Knight a medio camino cuando decidió ir tras las promesas de CrossGen (Todos cometen errores, ¿no?), pero Scott vino al rescate y decidió terminar la saga de Chuck. Y lo digo con conocimiento de causa: Tuve la oportunida de preguntarle a ambos autores en sus respectivos message boards y confirmaron que la revelación en Gotham Knights fue exactamente lo que planeó Dixon en un inicio.

Pero la primera entrega de Beatty, Tabula Rasa, no empieza dando respuestas, sino jugando con un red herring que ya tenía años en las mentes de los lectores. Un Secret Files previo había postulado candidatos a la paternidad de Bane y uno de ellos era nada menos que Thomas Wayne. Confieso ser uno de los ilusos que en su momento creyeron que Bane resultaría ser hermano de Bruce (Si bien la simetría no era original, habría tenido potencial), lo cual me ganó un insulto en el message board de Dixon antes de que Scott McCullar disciplinara a mi colega geek.

"Such a handsome couple, no? Wouldn't you agree ... brother?" Bane.

Pues bien, Scott juega con esta expectativa en Tabula Rasa cuando Bane se presenta en la Mansión Wayne clamando ser el hermano perdido de Bruce. Esto es eventualmente descartado por exámenes de ADN, pero la historia se luce con la introducción de una nueva criminal llamada Pix en una escena de violación grupal que mantiene todo el tacto requerido en un comic sin perder el impacto emocional de semejante ultraje; y con la decisión de Bruce de enseñarle el camino a la redención al enemigo que antaño lo convirtió en un discapacitado, enfatizando los diferentes planos que hacen a un héroe al contrastar esta acción con las dudas de sus discípulos.
"You and I were privy to this whole affair from the beginning, Mister Pennyworth. We are the enablers." Dr. Leslie Thompkins.

"And unwilling ones at that." Alfred Pennyworth.

Beatty también inicia aquí una admirable tarea de reintegrar a Leslie Thompkins (1976-?) a la mitología activa de Batman. La considero un personaje singular que no ha sido apreciada por la mayoría de los escritores. Como madre sustituta y pacifista inquebrantable presenta mucho potencial en su relación con el hijo de su difunto mejor amigo (Andersen Gabrych, Bruce Jones y Bill Willingham, espero que estén leyendo esto).

"Please, Bane, we only show our true faces inside the scrying chamber." Jason Blood.

"And what of him?" Bane, señalando a Batman.

"That is his true face." Jason Blodd.


La siguiente historia de Beatty aborda otro personaje que Dixon inventó, Spoiler. Para entonces la historia de Stephanie se había convertido en un rollo del cual no saldría viva, pero Scott logró diluirla a su esencia: Un personaje que por razones totalmente ajenas a las de Huntress, tampoco llenaba las expectativas de Batman. Y en veintidós páginas también logró homenajear el pasado del Dark Knight como miembro de los Outsiders con la aparición de Metamorpho y recordarnos el rol que los terroristas de Kobra juegan en el universo DC.

"It would've meant selling you out. And I've never considerar that an option, no matter how shabilly you've treated me." Huntress.

¿Mencioné a Huntress? Poco después Checkmate recuperaría prominencia en este mundo ficticio, pero en el 2003 fue Beatty quien los desempolvó en Knight Moves cuando trataron de reclutar a Huntress como pieza clave para acabar el vigilantismo en Gotham. Aquí otra vez Scott sigue capitaneando la nave que Dixon abandonó antes de tiempo: Huntress mantiene la motivación que él le imprimió como la heroína desesperada que fue capaz de acostarse con Nightwing y de recibir repitidos balazos del Joker con tal de integrarse a la "familia" de Batman. Esta vez, Huntress hace un sacrificio mayor a los anteriores para obtener la bendición del Dark Knight. Aquí nuevamente exhibe su dominio de la historia DC, utilizando hábilmente no sólo todos los uniformes de Huntress, sino su conexión con personajes como Omerta, Prometheus (en JLA) y Question.

Además, alimenta la intriga cuando vemos al Scarecrow y al Mad Hatter reclutados como profilers temporales de Checkmate, lo cual encaja con el sentido torcido del mundo de Batman. La idea de que Bruce puede rastrear todos los Batarangs que ha dejado tirados en la ciudad es reveladora, y recordarnos ingeniosamente de las "Baticuevas satélite" que Bruce creó durante las semanas que delegó el rol en Dick y que aprovechó durante No Man's Land no es accidental.

"'This glorified hole will likely be the death of me', he once said. I was calibrating the mass spectrometer to identify Hugo Strange's psychotropic drugs." Bruce.

La idea de que una enfermedad lleve a Alfred al borde de la muerte fue ensayada primero por la abominable película Batman & Robin de Joel Schumaker (Boo!), pero Beatty la ejecuta efectivamente en 20 Days Less One cuando lleva al patriarca de la dinastía del murciélago al borde de la muerte proporcionándonos una oportunidad inigualable de explorar el lado emocional de la familia extendida. Como si veintidós página para una historia memorable fuera excesivo, Beatty continúa rindiendo homenaje a la continuidad previa al enlazar su trama con las sagas (¡Aviso de spoiler!) de Contagion y Legacy. Y, ¿Bruce Wayne tratando de cocinar sopa? ¡No tiene precio!

"You should rest, Mister Pennyworth. I've missed our tea and conversation." Superman.

La muerte del segundo Robin, Jason Todd, ha sido uno de los episodios más oscursos en la mitología de Batman, eclipsado sólo por la decisión de permitir que Judd Winick escribiera sus crónicas por unos meses. Antes de semejante error editorial, Beatty delineó esa cicatriz en Knights Passed, cuando un trabajador social trató de investigar la muerte de Todd bajo la custodia de Wayne, abriendo heridas en las almas de toda la familia. La historia despegó con un recuerdo oculto de la única vez que Barbara retomó su identidad de Batgirl para trabajar con Jason, otorgándonos en el camino una escena que revela a Todd como el único Robin que fumaba -- a ocultas, como todo hijo -- acto que encaja perfectamente con su perfil póstumo.

"It's called payback! Anybody cuts one of us gets cut in return." Jason Todd.

Aparte de explicarnos finalmente cómo Bruce Wayne logró ocultar que su custodio murió disfrazado de Robin bajo las manos del Joker, Beatty nuevamente enfatiza a Nightwing como el éxito paternal de Wayne, el pupilo que lo superó al convertirse en el cénit de los egresados de la Baticueva, cuando confronta abiertamente a Bruce sobre sus sentimientos de culpabilidad por la muerte de su sucesor, Jason.

"Granted, that's not your strong suit ... but you can't bottle up your feelings forever." Nightwing.

"I'm fine." Batman.

"Oh, yeah? Then look me in the eyelets and say it again." Nightwing.

Pero el principal mérito de Knights Passed está en hacernos vivir el dolor y las reacciones de cada miembro de la dinastía de justicieros que para entonces ya Batman estaba organizando, ante la gran pérdida de un Robin. Leerla sació una sed que uno no sabía que existía; nos queda sólo especular por qué en el momento de la muerte de Jason los editores y escritores no explotaron tal pozo emocional al máximo.

"But I shall not aid and abet you any further if our lot is burying every bit of family you'll ever know ... while you mask your pain behind that horrible cowl. This I promise you, Bruce. Any more and you go it alone." Alfred.

Para enfatizar el tema de padres e hijos descarrilados John Beatty inserta en la historia al hijo de Kirk Langstrom alias Man-Bat que huye a la Baticueva. Un elemento que podría juzgarse innecesario pero, ¿qué es una buena historia sin una buena alegoría? Pero también inserta un crimen para ocupar a Batman, un delito que ilustra una relación de padre e hijo que se contrasta con las que él mismo ha establecido.

"Did you make him swear the oath on the graves of your parents like I did, Bruce? Or did you skip that part of the process when you rushed this kid into the family business? You asked me my asssessment and I told you. I told you Jason had problems. I told you the other one might hurt someone to get to you ... and then just laugh at us in our pain. Or lack of any real feeling whatsoever. I told you ..." Barbara.

La confrontación con el trabajador social se avecina y por supuesto que Bruce se sepulta en su trabajo nocturno, pero no antes de que todos sus "hijos" salgan al rescate. Y cada uno da testimonios que sin develar sus actividades nocturnas desnudan lo que Bruce ha significado en sus vidas.

"Off with you. Have your revenge. Wreak it upon whichever one you blame more ... master or apprentice." Alfred.

Pocos comics he leído con más impacto emotivo que cuando el protagonista, aún en su "disfraz" de Bruce Wayne, enfrenta la cámara del trabajador social y rompe en llanto genuino al confesar: "I wanted what any father wants for his son -- hope. Happiness. I allowed him to have hope -- and it killed him." Y con esa sencilla pero profunda escena de una corta página Scott Beatty nos dio cátedra, nos demostró que Batman sí puede evolucionar, puede tener una familia -- que es el camino lógico para él -- sin distanciarse demasiado de su esencia.

"You ready to talk about this ...?" Barbara.

"No." Bruce. "Was I a good father ...?"


Con el interín a la clausura de su temporada en Gotham Knights Scott nos presenta en la edición # 46 Scared Straight, una historia acerca de un villano olvidado (Damian, ¿me oyes?) que en su momento se hizo llamar The Spook quien, tras salir de sus años de prisión en Blackgate, protagoniza un intento proactivo de Batman y sus aliados en prevenir que el delincuente regrese a su antigua vida que, con su resultado cuestionable, levanta provocativas preguntas sobre las decisiones tomadas por nuestros vigilante nocturnos favoritos. Y, ¿qué es más entretenido que ver a Dick traer donuts a una conferencia en la Baticueva?

"My boys have all come home to roost ..." Alfred.

Como anticipé, la "temporada" de Scott en Gotham Knights concluye con Bane y el misterio que Dixon sembró. Desde su último encuentro, Bruce ha financiado los viajes de su antiguo enemigo por el mundo, con el compromiso de que a cambio de que trabaje por el bien la fortuna Wayne le ayudará a encontrar a su padre.

"Lord, it's Jean Paul all over again. Me and my crazy family ..." Dick.

Kobra reaparece, como corresponde a la oculta novela serializada que Beatty realmente escribió. Recorremos el pasado inmediato cuando vemos que Bane ha cumplido con la encomienda de Batman: Ha detenido y hasta redimido a criminales en su camino, incluyendo a Pix. Atando cabos sueltos, la Dra. Thompkins gana su silla en la mesa redonda de la Baticueva cuando confronta su hijo adoptivo al revelar que le proporcionó a Bane el camino directo a la identidad de su padre que el mismo Batman le negó.

"And so this is your revenge? Because he hurt you? Because he deigned to believe that he might somehow share the blood of your own father? You call yourself a detective? Do you know how easy it was to acquire the visa registrations for every western man visiting Santa Prisca prior to Bane's birth?" Leslie.

Y ahí comienza Veritas Libertas, con una honesta conversación entre Batman y Huntress en la cual prácticamente Beatty le entrega la antorcha a Gail Siomone, después de la cual El Señor de la Noche parte con sus hijos hacia Kanchenjunga--previo escenario de una historia de Robin--en donde Bane ha descubierto la verdad de sus orígenes, presentándole opciones igual de prometedoras. No hay mucho que pueda decir, sin revelar las claves de una historia tan emocional para todos sus participantes. Vale recalcar que las reacciones de Dick y Tim conmueven más que las actuales peleas entre Robin y el neófito Damian Wayne.

"I have grown weary of always being the villain." Bane.

Veritas Libertas es una historia cargada de acción, una buena conclusión para muchas sagas que alimentaron a quienes crecimos con el Batman de los noventa. Hay validación para quienes lo requieren. Hay confirmación del destino para quienes lo ansían. Hay una nueva definición del heroísmo que excluye la violencia. Y, sobre todo, ilumina un camino nuevo para el Dark Knight.

"It was better when I had no father." Bane.

Me apena haber escrito tanto sobre estas historias sin haber mencionado aún a Roger Robinson, un artista que no ha ganado la fama que bien se merece. Sin duda podría hacer un play-by-play de todos sus paneles, pero por no aburrirlos sólo subrayaré algunos: La imagen de Batman reflejado en la ventana mientras los otros personajes desarrollan su drama dentro del apartamento en GK # 35; su habilidad de hacer ver a cualquier Robin intimidante cuando la historia la exige; sus flashbacks a A Death in the Family, que son más emotivos que el propio arte del extrañado Jim Aparo. Es una lástima que Charlie Adlard tuvo que completar las ediciones finales de Beatty, porque no dudo que Robinson habría sido trascendental.

"Mind that you don't build walls as you continue mending fences." Alfred.

Al final, la riqueza del trabajo de Scott Beatty no está en las crisis y en la acción trepidante que cualquiera habría podido concebir. Él se diferencia de la mayoría por conversaciones entre Dick y Barbara atascados en tráfico; entre Bane y Leslie Thompkins sobre la capacidad del hombre de cambiar; en un chiste de Oracle sobre la posibilidad de que a Cassandra le atraiga "el jefe"; en reconocer la amistad férrea de Dick con Wally West. Sueño con que Scott haya tenido más "temporadas" con este elenco pues él es la perfecta hibridización entre el fan y el escritor. Me imagino lo que habría hecho si Jim Gordon hubiera sido Comisionado de la policía en ese tiempo, o si Azrael no hubiera sido echado a la cuneta en lugar de personificar el error que Bruce aún podía corregir.

Y afirmo esto especialmente a la luz de los desastres que meses después provocaron la cancelación de Gotham Knights cuando se perdió de vista el faro del título. ¿Para qué escribo esto, sobre ediciones víctimas de la ofensa de no haber sido recogidas en un trade paperback, al menos? ¿Exaltando a un autor que fue descartado por una ridícula trama sin dirección más que mantener a Hush vivo en una edición # 50?

Porque a veces me pregunto qué habría seguido de haber sido editor Denny O'Neil (Disculpa, Matt Idelson). Y es que Scott Beatty nos enseñó que Batman puede evolucionar sin perder su esencia, y desde entonces nadie ha captado su mensaje. Él no sólo se acordó de que Gotham City es un personaje por su propio peso, sino que nos demostró que su elenco son personas imprescindibles cuyas dimensiones enriquecen cualquier narración dentro de su mitología.
Es una sorpresa auténtica que estas buenas historias ocurrieron después de Bruce Wayne: Murderer, porque aquel crossover fue la punta de lanza de desastres como War Games con la estúpida muerte de Stephanie Brown y el divorcio de Oracle, anunciando una época en la que, reconzcámoslo, los escritores y los editores se contratan por un par de meses y por ende un curso definido no es vital.

¿Qué les puedo decir? El péndulo se meció de nuevo y me agarró cansado cuando me notificaron que Batman de nuevo era un solitario empedernido, cuando Scott ya había comprobado que existía un camino sin explorar.
Es cierto, DC ahora viene promoviendo lo mismo. Y admito que nunca olvidaré cuánto Batman fue humanizado en la escena en que su frustración ante el fracaso rotundo lo motivó a levantar una pistola contra la cabeza de Alexander Luthor en Infinite Crisis. Tengo fe en Grant Morrison y en su afán de hacer crecer al personaje.

Pero, hasta que vea los resultados, postulo el trabajo de Scott Beatty como el Batman del Siglo XXI. Y a cualquiera que me lea le garantizo una buena excavación en los back issue bins.

"Tell her Bane is gone. Tell her that I found the truth amid the lies ... And tell her that I am better for it." Bane.