domingo, 25 de noviembre de 2012

La Resurrección de Bruce Wayne

“Deshi basara!”




No me refiero a la saga que Grant Morrison ha desarrollado en las páginas de DC Comics durante los últimos años (la cual abordaré cuando Batman Incorporated haya concluido), sino a la tercera entrega de la obra fílmica que en los últimos meses se ha ganado la apta denominación The Dark Knight Trilogy.



The Dark Knight Rises es una película audaz y ambiciosa, que recopila no sólo los temas esparcidos a lo largo de los dos films que le precedieron para dictar sentencia definitiva sobre ellos sino que revela su aspiración a destilar en una narrativa coherente las más icónicas sagas que han definido a Batman durante el último cuarto de siglo.  Y es que resulta imposible discurrir sobre la más reciente cinta de Christopher Nolan sin referirnos a las dos películas previas.

Batman Begins estableció el tono de la trilogía alimentándose generosamente de Batman: Year One (1986) y The Long Halloween (1998).  Argumentemos también que el trabajo de Denny O’Neil y Neal Adams en dar forma al archivillano Ra’s Al Ghul también es uno de sus pilares, pero considerando que el papel de Liam Neeson fue mucho más terrenal—descartando elementos esenciales como el Pozo de Lazarus—y se amalgamaba con el personaje de Henri Ducard, introducido en Blind Justice (1989), podemos resaltar las dos obras citadas como sus principales influencias.  El tema medular de esta película es el miedo; el terror que Bruce sintió de niño en la cueva bajo su mansión es la alegoría del horror de ver a sus padres asesinados por la brutalidad indecente de su adorada ciudad.  Le toma años a Bruce conquistar este miedo y afilarlo en un arma simbólica que desata sobre los criminales de Gotham.  Encaja en esta temática el Scarecrow, con su gas del miedo y la conspiración junto a la Liga de las Sombras para esparcirlo por toda la ciudad.  Gracias a la alianza de Jim Gordon y Batman se logra la primera victoria en la guerra por el alma de Gotham.

lunes, 8 de agosto de 2011

La Última Generación


“The trouble with changing the world is… you don’t.  Not all at once.  You just inch it forward, a bit at a time, and watch it slip back, like the greek guy with the rock.  And you hope that when you’re done, you’ve moved it up a little, changed it just enough.” Buffy

            Expresé previamente mi aprehensión de que la octava temporada de Buffy The Vampire Slayer publicada por Dark Horse Comics se descarrilara hacia un espectáculo visual sin el alma de la serie de TV, y tenía motivos válidos.  El mismo Joss Whedon reconoce en un ensayo al final del último tomo que uno de los propósitos de esta temporada era reconciliar el desenlace del programa con el futuro oscuro de Fray.  Esto por definición nos aleja de un escenario contenido como el de Sunnydale.



“This is the weirdest, bestest, weirdest best day of my life.  What you’ve done for me, I can’t describe.  I can’t pronounce.  You gave me perfection, and you gave it up.  Jesus, Angel, that’s not just the love of my life.  That’s the guy I would live it with.” Buffy



            Llegamos al tomo octavo y final titulado Last Gleaming y, tal como lo hacía en los clímaxes del programa, Whedon toma control del teclado—con la ayuda de su editor Scott Allie, quien aquí tiene crédito de co-guionista.  Con su demostrada destreza para mezclar aventuras fantásticas y emociones genuinas, Joss alivió mis miedos y nos obsequia una conclusión tan satisfactoria y evolutiva como los finales de las temporadas dos y cinco.

lunes, 1 de agosto de 2011

Centinela Cinematográfico

Hay dos cosas en las que Marvel indiscutiblemente le ha ganado a DC en la última década: No necesitan borrar la pizarra de su universo para contar historias frescas, y saben traducir excepcionalmente bien sus personajes a la pantalla grande.

Cuando escuché que Chris Evans interpretarían al Capitán América no podía creerlo.  ¿En serio?  ¿Estábamos supuestos a creer que Johnny Storm se transformaría en un personaje que—exceptuando la versión de Mark Millar—debe ser tan noble y puro como Superman?  Pero salí de la sala del cine sorprendido de la capacidad de Evans para cambiar la sintonía de su usual rol de chico malo a un joven inocente e idealista.

Captain America: The First Avenger arranca con la ventaja de ambientarse en la década de los cuarenta, lo cual la distancia de otras películas de su género.  Hay otras convenciones que sí respeta; invierte una generosa porción en presentarnos el origen del Capitán, y se asegura de que simpaticemos con las vicisitudes de Steve Rogers antes de que le inyecten el suero del super-soldado.  Convertirse en un super-humano no lo acerca a sus sueños, y compartimos sus frustraciones a tal nivel que cuando el Capitán regresa al campamento después de su primera misión nos sentimos tentados a aplaudir junto a los soldados que lo reciben.

martes, 26 de julio de 2011

El Lente de Ross

Hace unos meses expresé mi fascinación con el trabajo de Alex Ross en The World’s Greatest Superheroes, y ahora me toca nuevamente elogiarlo debido a un trabajo cronológicamente anterior, Marvels, que pese a ser una de las primeras obras con las que se dio a conocer este artista hasta ahora había quedado pendiente en mi lista de lecturas.

Uno de los elementos que aplaudí en el compendio de DC Comics fue el esfuerzo que el guionista Paul Dini hizo por abordar temas realistas que armonizaran con el fotorealismo del pincel de Ross.  Kurt Busiek, el escritor de Marvels, se propone también complementar con autenticidad la labor de Ross y lo logra comn mayor eficacia al escoger a personas ordinarias y anónimas del universo de Marvel para protagonizar los cuatro capítulos de su obra.

Phil Sheldon es nuestro acompañante en este recorrido de los años primerizos de los héroes de Marvel Comics.  Como fotógrafo periodista tiene el privilegio de presenciar el surgimiento de estos seres formidables—a quienes llama ‘las maravillas’—en la época en que fueron publicados.  Así conocemos a un joven Phil en los años treinta y cuarenta siendo testigo de la aparición del Human Torch y Namor y el nacimiento del Capitán America y los Invaders, y luego nos trasladamos a la década de los sesenta, a un mundo que es protegido por los Avengers y los Fantastic Four mientras le teme a los X-Men y a Spider-Man.


lunes, 18 de julio de 2011

El Hombre Que Quebró a Batman

“Face it, Bruce.  The man broke you.  That’s never happened before.”  Batman

No, no me refiero a Bane sino a Jim Starlin, quien junto a Bernie Wrightson produjeron The Cult, un clásico de 1988 que recientemente tuve la oportunidad de adquirir y para mi grata sorpresa no adolece de la misma obsolescencia que otras obras de esa década.  Se deja leer amenamente más de una década después de su publicación, y lo único que marca su época es la presencia de Jason Todd, quien en sus páginas vive uno de los momentos más destacados de su carrera.

Cuando The Cult comienza descubrimos a Batman prisionero de una banda de forajidos.  Ha estado en su poder por lo menos durante una semana y, debilitado por una herida de bala, lo han torturado y lo han forzado a pasar hambre para luego darle alimentos escasos y con drogas que erosionan su fuerza de voluntad y le provocan una serie de perturbadoras alucinaciones que lo van desprendiendo de la realidad.

El líder de esta banda es el Diácono Joseph Blackfire, un misterioso hombre religioso que alega haber existido desde que la tribu Miagani (usada por Grant Morrison en Return of Bruce Wayne muchos años después) habitaba Gotham.  Blackfire ha reunido a todos los desposeídos de la ciudad bajo su mando y dirige una campaña para limpiarla del crimen, ejecutando violentamente a narcotraficantes, proxenetas y mafiosos por igual.

"I am now an Underworlder, an active participant in this carnage.  I’d forgotten that I’d converted to the faith, seen the light.  My mission in life, now, is to help Deacon Blackfire clean up Gotham City.” Batman

Superdickery!

El otro día descubrí un sitio de lo más divertido.  Cuando necesites reírte, sólo pulsa aquí...






lunes, 11 de julio de 2011

Leyendas Análogas

Mark Waid es uno de mis autores favoritos en el medio del arte secuencial.  Entre muchas joyas como Kingdom Come y JLA: Year One, sus años como guionista de The Flash produjeron una de las mejores series de comics que he leído en mi vida.  Además, en la industria tiene la fama de ser una enciclopedia ambulante de la historia de los comics.  Con estos antecedentes, Waid es el candidato ideal para introducirnos en un mundo desesperado en el que Superman se ha convertido en el villano más despiadado del planeta.

No, no es Kal-El quien en la serie Irredeemable de Boom Studios provoca desastres atroces y sucumbe a perversiones sexuales; se trata del Plutonian, un personaje que conocemos en las primeras páginas del libro cuando ataca a un superhéroe en su residencia y lo persigue hasta su cueva, en donde lo incinera junto a su esposa y una de sus hijas.