miércoles, 9 de julio de 2008

Diecinueve Años Después

Hace unos cuantos días salí de mi cuarta visita a las salas de cine para ver The Dark Knight. Sólo su retirada de cartelera impidió que fuera a verla una quinta vez.

Lo cual no me sorprende. Sospechaba que ese sería el efecto de la secuela de Batman Begins. ¿Saben cuándo supe que The Dark Knight iba a ser fantástica? Cuando escuché un nombre en particular asociado a ella: Cyrus Pinkney.

¿No saben quién es Pinkney? ¡¿En serio?!

El casi billón de dólares recolectados alrededor del mundo a la fecha confirma que esta inolvidable cinta es la mejor adaptación de comics a la pantalla grande de la historia. Repetí las idas al cine pues a ratos me parecía increíble que Christopher Nolan hubiera logrado con semejante perfección la película de Batman con la cual he soñado desde que me convertí en un fan del personaje a los diez años tras ver la primera película de Tim Burton.

¿Qué hace de The Dark Knight una película extraordinaria? La atención a los detalles y el dominio de la mitología. Batman Begins demostró el compromiso de analizar cada elemento de la historia y plantearlo lógicamente dentro de las posibilidades del mundo real. Knight enfatiza esa misión, pero al igual que su predecesora revela un afecto hacia la saga original subrayado por la preocupación por preservar todos sus elementos fundamentales. Aquellos que son actualizados son plenamente comprensibles, como el nuevo rol de Lucius Fox en la vida de Bruce Wayne (Apuesto a que eventualmente DC Comics lo asimila también. Después de todo, si descartaron la mitología de John Byrne por la de Smallville ....) Y seguramente todos los que titubeamos al ver el diseño del nuevo Batimóvil quedamos fascinados cuando entró en acción.

Al riesgo de sonar como un fanboy fuera de control, opino que cada escena de TDK representa la traducción perfecta de imágenes del comic a la pantalla grande. Sólo miren a Gordon parado junto al proyector de la Batiseñal.

Habiendo dicho esto, deseo enfocarme en algunos aspectos destacados del film. Pueden haber spoilers a continuación aunque, en realidad, si estás leyendo este blog seguramente ya has visto la película dos veces o más, ¿no?

“This whole town is full of lunatics ever since you came here.” Salvatore Maroni. (The Long Halloween, 1998)

Hay un encanto turbio en la forma como Eric Roberts interpretó a Sal Maroni. En él se aprecian todos los elementos clásicos del capo de una familia del crimen organizado italiano, desde el acento hasta la forma de vestir. Pero Roberts le imprime algo más que lo individualiza, su Maroni es un hombre que no se toma del todo en serio a sí mismo, y a quien le resulta simultáneamente confusa y entretenida la forma en la que su ciudad está cambiando. Es un veterano que intuye el final de la época a la cual pertenecía. Su papel es mucho más efectivo en representar la transición entre los gángsters y los freaks que el Carmine Falcone de Tom Wilkinson.

También me toca aplaudir cómo los guionistas jugaron con las expectativas de la audiencia familiarizada con los destinos cruzados de Sal y cierto Fiscal de Distrito. Se desvían del canon, pero lo hace de forma muy satisfactoria.

“I knew the mob wouldn't go down without a fight, but this is different. They crossed the line.” Bruce Wayne (TDK, 2008)

Cuando el personaje de la amiga de infancia de Bruce Wayne, Rachel Dawes, fue introducido en Batman Begins, me pregunté cuál fue la gran necesidad de agregar un interés romántico en la trama. Todos sabemos que las aventuras amorosas del Señor De La Noche siempre terminan trágicamente, y en caso tal podían haber utilizado a Talia vinculándola a la trama de Ra's Al Ghul. Si bien fue agradable el enfoque del personaje como una abogada de la fiscalía de clase media que contrastaba con la opulencia Wayne, la actuación de Katie Holmes fue la más débil en la película. Constantemente parecía a punto de poner una escalera contra la Mansión Wayne para escalar hasta alguna ventana a ver películas con Dawson.

No sabemos a ciencia cierta por qué Katie desistió de participar en la secuela. ¿Quizás Tom Cruise se cansó de que Batman siempre esté besando a sus mujeres? Igual me alegré de que Maggie Gyllenhall la reemplazara, pues es una actriz mucho más versátil. También aprobé que Maggie no es extraordinariamente bonita, lo cual en contraste con las super-modelos que siempre cuelgan del brazo de Bruce sugiere que son otros rasgos más profundos los necesarios para ganar el corazón de Wayne.

Lo irónico es que Maggie no tuvo mucho espacio para lucir su talento, y sin embargo su papel adquirió una prominencia vital en la leyenda del Dark Knight. Su empleo en la Fiscalía ofreció la oportunidad de añadir a la compleja relación de nuestro héroe con Harvey un plano adicional a través del triángulo sentimental que Rachel formó con ambos. Su destino, hábilmente manejado por los cineastas, fue un gran aporte emocional a ambos héroes y a la oscuridad que se cierne sobre Batman, paradójicamente alimentando su misión.

“Don’t make me your only hope for a normal life.” Rachel Dawes (TDK, 2008)

Los creadores del film han afirmado que la carga emocional de la película está sobre los hombros de Harvey, lo cual no puede debatirse, pero también hay que reconocer que el policía más honesto de Gotham, James W. Gordon, gana protagonismo y también atraviesa un arco emocional tortuoso sin desviarse del sendero, revelándose así tan o más heroico que sus co-estrellas.

Gordon dedica su vida a sus ideales con recursos limitados y las mejores intenciones, y resulta más admirable precisamente porque en ocasiones no sólo sufre pérdidas, sino que fracasa a pesar de sus esfuerzos. Esto es hace más conmovedoras las escenas cercanas al desenlace cuando le grita a Batman "I have to save Dent!" o cuando expresa desesperadamente sus disculpas. Porque Jim sí tiene motivos para disculparse, pero esto no impedirá que siga poniendo su mayor ahínco en la misión de limpiar su ciudad.

Para mí, en gran parte Knight es una historia sobre el nuevo Comisionado.

Jim se lo merece. Ha sido quizás el personaje más despreciado, mal interpretado y maltratado en las interpretaciones cinematográficas precedentes. Finalmente podemos apreciar por qué él es el segundo hombre más temido en Gotham.

La interpretación de Gary Oldman es genial. Aunque no se presta para las extravagancias de sus co-protagonistas, al igual en Batman Begins Oldman se transforma en un Jim Gordon que parece haber salido caminando de las páginas de un comic. El peinado, el bigote, los anteojos, el lenguaje corporal, las expresiones... Tal y como si David Mazuccelli lo hubiera dibujado en la pantalla del cine. El personaje al cual tanto afecto le he tenido por años de repente cobró vida ante mis ojos. Pero guardaré mi tesis sobre la importancia del Comisionado para una futura entrada de este blog.

Sólo hago la acotación de que si bien en las apariciones de su familia tenía prominencia el niño mayor, ¿a que saben quién será su hermanita cuando crezca?

“You either die a hero or you live long enough to see yourself become the villain.” Harvey (TDK, 2008)



Es sorprendente cómo una simple moneda en manos del narrador apropiado se transforma no sólo en un poderoso factor emocional sino en el hilo conductor de una historia. Una de las primeras cosas que el Fiscal de Distrito Harvey Dent hace al aparecer en pantalla es lanzar una moneda al aire. Todos sabemos qué sucederá con ella, y por eso estamos pendientes de toda la información que nos transmite a lo largo de la película.

En la escena aludida Harvey comenta pasajeramente que era la moneda de su padre. Éste es un guiño para los fans que sabemos que gracias a ella Harvey sufría los abusos de un progenitor que eventualmente quedó recluido en Arkham. Con esa mención Nolan nos está diciendo: "Confíen en nosotros, sabemos lo que hacemos".

La moneda funge primero como una ventana a la personalidad del Fiscal Dent, un hombre que no cree en el azar, que está dispuesto a aceptar riesgos por defender sus ideales. La moneda juega un papel en el inicio de su relación con Rachel, precipita la conversación entre Batman y él en la cual el primero planea legarle su puesto a Dent como protector de la ciudad, y, finalmente, cuando Harvey le lanza la moneda a Rachel y ella descubre que tienes dos caras y que el abogado nunca tentó a la suerte logra inspirar aún más respeto por él.



“Harvey … I will never forget the sound of his screaming …” Batman (TLH, 1998)

Entonces, la tragedia ocurre. En los comics, es él mismo quien luego de su desfiguración raya una de las caras de la moneda para reflejar su propia dicotomía. Goyer y los Nolan presentan una propuesta superior. La forma en la que una de las caras de la moneda es arruinada garantiza que desde el momento en que Batman se la devuelve en el hospital ese pequeño objeto mantendrá a Dent aferrado al dolor de su pérdida.

Two-Face es mi favorito en la galería de villanos de Batman, así que no prometo objetividad. Desde que lo vi en posters como chef con Catherine Zeta Jones consideré que físicamente Aaron Eckhart fue una elección ideal para el papel. Me encantó la campaña política virtual que se desarrolló en los meses que precedieron a la película, y cuando finalmente lo vi entrar a la corte en la pantalla grande, rápidamente me convenció de que Harvey Dent había cobrado vida. Entre los reveces del libreto y la actuación de Eckhart la película toma los planteamientos de Frank Miller y Jeph Loeb y los enriquece profundamente.

“I’ll let you bend the rules, but we cannot break them. Otherwise, how are we different from him?” Gordon.

“Of course.” Dent. “Bats.”

“Batman. I have to have your word.” Gordon.

“Agreed.” Batman.

(The Long Halloween, 1998)



La escena en la cual Harvey, Jim y Batman se reúnen en torno a la Batiseñal a organizar su estrategia para capturar a Lau parece calcada de The Long Halloween. Y es que en la mitología moderna del Señor De La Noche, Dent es el vértice sobre el cual la carrera de Batman cambia de rumbo dramáticamente. En sus inicios, tal y como lo apreciamos en el film, el Dark Knight forja una alianza con estos dos hombres de ley. Es un triunvirato determinado a limpiar la ciudad pero, más importante aún, son algo que hasta el momento Bruce había carecido: Amigos afines. La eventual desfiguración y demencia de Harvey crea otra cicatriz en el alma del héroe, ahonda su soledad y siembra algo de desconfianza—aunque temporal—de parte de Gordon hacia él.

Nolan y compañía comprendían esto a cabalidad, y lo desarrollaron al máximo. Al darle a Harvey una presencia pública tan prominente, añadieron un agudo contraste entre la metodología de los dos "héroes". En Dent vemos a un hombre sin recursos económicos, que ha llegado a su posición actual por trabajo arduo y fuerza de voluntad, que no se le ocurre utilizar una máscara para hacer frente a la corrupción y al crimen, y que con su férrea moral está inspirando a la ciudad a cambiar.

Resulta también interesante apreciar cómo Bruce, sin que merme su admiración por el Fiscal, va perdiendo el afecto romántico de Rachel. ¿Es una sorpresa que ella se haya enamorado de Harvey? Cuando observas que Dent no tuvo que desaparecer por siete años entrenando en sitios remotos ni crearse una doble identidad para defender a la ciudad, no es difícil imaginar que ella debe estar cuestionando la cordura de las decisiones de su amigo de infancia. Es más, el mismo Bruce debió habérselo preguntado más de una vez a lo largo de la historia.

No estaba familiarizado con la actuación de Eckhart antes de esta película, y me sorprendió gratamente cómo interpretó tanto al noble Dent como a su trágico alter ego, lo cual debió ser un desafío como actor debido a los efectos especiales sobre su rostro. La manera en la cual el lado izquierdo de su rostro es destruido difiere de la versión tradicional de los comics. ¿Importa? En realidad no. Es una de esas ocasiones en las cuales desviarse del canon resulta inclusive más efectivo que la versión purista, al menos en el contexto del film.

Los Nolan y Goyer han sido minuciosos en anclar su historia en una realidad urbana, al punto que buscaron una explicación lógica para el nuevo avatar del Fiscal. Pero el nombre es Two-Face, no "Harvey Two-Face", ¿OK? Esa quizás es mi única queja, pero la olvido rápidamente ante el formidable trabajo que hicieron con el aspecto de este clásico villano. El ojo desorbitado, la mandíbula expuesta, la piel chamuscada... No puedo esperar a ver los extras del DVD para aprender cómo lo lograron. Cuando Two-Face entró en acción, la forma en que tomaba sus decisiones en base a la susodicha moneda incluso me recordó a la regla identificada por Chuck Dixon en cuanto a que Dent siempre tiene un giro secreto en las alternativas que presenta a sus víctimas. Obsérvenlo en la escena en la cual al fin confronta a Maroni.

“Two shots to the head. You ask me, it couldn’t have happened to a nicer guy.” Harvey Dent (TLH, 1998)

Antes de ver la película yo opinaba que Harvey debía protagonizar la segunda y convertirse en Two-Face en la tercera para aprovechar el personaje. Pero reconozco que la forma en que lo manejaron en TDK fue la ideal. Después de todo, Harvey pasa dos terceras partes de la película haciendo a Batman ideológicamente obsoleto. Es sólo con su lamentable transformación que nuestro protagonista es reivindicado, haciendo eco de los motivos que planteó para enmascararse en Batman Begins:

“As a man I’m flesh and blood. I can be ignored, I can be destroyed. But as a symbol I can be incorruptible.” Bruce (BB, 2005)

Agradezco la ambigüedad del final en cuanto a la muerte de Two-Face, pues me encantaría ver a Aaron Eckhart retomar el rol en un futuro film (No necesariamente tiene que ser el tercero). Pienso que el escenario es propicio para que Dent se convierta un poderoso jugador en el bajo mundo de Gotham, como lo hizo en Dark Victory.

"He's out to clean up a city that likes being dirty". (Batman: Year One, 1988)

La película retrata una etapa particular en la carrera de Batman. Los afiches que promocionaban The Long Halloween hace muchos años anunciaban "The year Gotham City went from bad to worse". Esa es exactamente la etapa que los Nolan y Goyer decidieron recrear en esta película, con la aparición del archienemigo de nuestro héroe, simbolizando la transición de los gángsters a los freaks que lo condenó a una vigila nocturna inacabable. En los comics se han hecho alusiones oblicuas a que quizás el Dark Knight tuvo la esperanza de completar su tarea y retomar una vida normal antes de que las tragedias fueran abrumándolo. El libreto de TDK escarba en este aspecto, extrae a flor de piel los anhelos de Bruce, no sólo en su ímpetu por acabar con el crimen organizado sino en sus sinceras conversaciones con Rachel en donde revela su deseo de que Batman sea una misión finita y de que la promesa con la cual se despidieron en Begins se haga realidad. Es doloroso presenciar todo lo que El Señor de La Noche tiene que confrontar a lo largo de la película, aún sabiendo que es su destino, que es lo que lo cimentará como el guardián permanente de Gotham.

“You know that day you once told me about, when Gotham would no longer need Batman? It's coming.” Bruce (TDK, 2008)

Aprecié particularmente un nuevo elemento que se sembró en Begins y se retomó en Knight: La idea de que Bruce ha creado su alter ego como un símbolo para inspirar a los ciudadanos de Gotham. Aún cuando el mensaje se distorsiona primero con imitadores y luego con El Payaso Rey Del Crimen, me parece que esa aspiración le da un grado más de nobleza a la cruzada de Bruce. No es sólo un niño que creció queriendo venganza o justicia, es alguien que está dispuesto a hacer una diferencia a gran escala. Una de las muchas preguntas que plantea el film es, ¿la ciudad realmente lo aprecia? ¿Agradece sus sacrificios? ¿O es sólo una moda?

Todos han reconocido que Batman Begins no cubrió su aspecto como el mejor detective del mundo, y en The Dark Knight se procuró remediar esta falta. En lo personal, no me molestó en la primera. Cuando nos encontramos con Bruce está al final de un entrenamiento de siete años; simplemente asumí que en los años anteriores había entrenado con investigadores alrededor del mundo. En TDK vemos a Batman enfrentarse con misterios cada vez mayores que siempre deduce sistemática y eficazmente. Sí, así es como debe ser.

La forma en que la alianza entre Batman y Gordon evoluciona a una verdadera amistad fue deliciosa, como ver mis comics favoritos saltar de sus bolsas a la pantalla grande. Finalmente Hollywood encontró el sentido de la alianza entre un vigilante y el policía más honesto de la ciudad.

Aplaudo la actuación de Christian Bale. Para mi sorpresa, descubrí que hace más de diez años Bale audicionó para el rol de Robin en Batman Forever que fue otorgado a Chris O'Donnell. ¡Menos mal! Christian nació para interpretar a Batman. Él entiende todas las facetas que asume el último vástago de la dinastía Wayne. La personalidad pública de Bruce es jocosa sin ser paródica y se contrasta con su verdadero yo en las escenas que comparte con Alfred y con Lucius. Cuando asume la identidad de Batman también cambia. Las escenas de combate son interesantes porque aquí no vemos acción a lo John Woo; Batman es efectivo y metódico y su objetivo es neutralizar al adversario de la forma más eficiente posible.



Algunos han criticado la voz que asume bajo la máscara. Esta voz viene desde BB, pero la utilizó más en pantalla en esta ocasión. En lo personal, no me molesta. Está establecido que él cambia la voz como Batman. Tiene que hacerlo, siendo una figura tan pública. Y sabemos que en esta versión Bruce está aplicando la “teatricalidad” que aprendió de Ra's Al Ghul. Me parece adecuado para el alter ego que ha creado que hable en un tono que es casi un animal rugiendo, que proyecte la presencia de alguien a un paso de ceder a la ira, aunque sepamos que nuestro héroe jamás quebrantará su única regla. Por supuesto que es derivativa del trabajo de Kevin Conroy, a quien los fans reconocemos como la voz definitiva de Batman. No es coincidencia que Conroy fue elegido para aportar su voz al DVD animado Gotham Knights (El Animatrix de esta nueva saga). Lo cierto es que Bale se queda corto al competir con Conroy, pero igual surte el efecto necesario para esta cinta.

Hay otro aspecto que me interesa enfatizar. Crecí leyendo los comics de Batman que editaba Denny O'Neil, en los cuales una de las reglas tácitas era que en Gotham City se consideraba a Batman una leyenda urbana, en donde se creía que quizás era un rumor inventado por la policía para intimidar a los delincuentes, una criatura sobrenatural o simplemente la alucinación de algún drogadicto. En el Gotham de los noventa Batman no era más real para el hombre promedio que los lagartos en las cloacas. En The Dark Knight logran llevarlo a otro nivel. El público está consciente de que existe un vigilante que en las noches combate el crimen disfrazado de murciélago. Y lo llevan a cabo de tal forma que el personaje no pierde su mística, su efectividad, su capacidad de infundir terror. Y al lograrlo, abren la puerta a interesantes reflexiones sobre la relación del protagonista con la ciudad que protege, con las consecuencias sociales de que un hombre se tome la justicia en sus manos cuando ve a las autoridades electas impotentes.

“A weary body can be dealt with but a weary spirit ... that’s something else. Sometimes, old friend, I wonder if I’m really doing any good out there.” Batman (“I Am The Night”, episodio de Batman: The Animated Series, 1992)

No nos equivoquemos: En esta película Batman es simultáneamente héroe incorrompible y víctima impotente. Ésta es la época en la cual el optimismo de Bruce Wayne se extingue. Estos son los días que no le dejan más opción que ceder su propia vida para que los demás puedan vivir las suyas. Cuando Batman parte hacia la noche en la última escena, sabemos que lo ha perdido todo salvo su cruzada. Y comprender que anheló más pero que cuando le fue arrebatado permaneció fiel a sus ideales lo eleva como el más noble de los héroes de la mitología moderna.

"Now I'm sure the day won't come when you no longer need Batman." Rachel Dawes (The Dark Knight, 2008)

¿Había otro personaje en esta película? ¿No hemos repasado suficientes personalidades complejas e intensas como para rellenar una trilogía cinematográfica? ... ¡Ah, sí! Se me olvidaba ...

Cuando inicialmente oí que el Joker simplemente utilizaría maquillaje en lugar de adquirir su aspecto por un zambullón en químicos, tuve la típica reacción del purista que se enfada por reflejo.

Pero entonces El Payaso Rey Del Crimen irrumpió en la reunión del crimen organizado, hizo "un truco de magia", acusó a Lau de ser un soplón, exigió la mitad del dinero de la Mafia y lo acusaron de ser un freak.

Vendido al caballero con el collar de Batman que ha venido al cine cada fin de semana desde el estreno.

Todos los que trabajaron en esta película entienden la esencia del Joker. Los más grandes super-héroes representan arquetipos universales complementados por sus archienemigos. Spider-Man versus el Green Goblin simbolizan el bien contra el mal. Superman versus Lex Luthor presentan la pureza absoluta contra la corrupción absoluta. Batman versus el Joker son el orden contra el caos. Y ese es el principal aporte del Joker a esta historia: Caos absoluto, frenético, incontenible. Él llega a destruir todo lo que los demás valoran, y el único que entiende su carencia de motivación es el sabio patriarca sustituto.

"Some men just want to watch the world burn." Alfred (TDK, 2008)

Este Joker es un psicópata desalmado, es la personificación de la descripción que alguna vez Greg Rucka dio del personaje: El Joker te hace reír y a medio camino la carcajada se convierte en una mueca de horror ante la atrocidad que cometió. Así como Batman es el mejor detective del mundo el Joker es el más grande sociópata homicida conocido. Y en esta película apenas está calentando los motores.

"I came to talk. I've been thinking lately. About you and me. About what's going to happen tu us, in the end. We're going to kill each other, aren't we?" Batman (The Killing Joke, 1988)

En los comics, la norma es que Batman tiene entre diez y doce años operando y de vez en cuando comenta como al principio pensó que el Joker era "sólo un payaso". Aquí vivimos esa etapa paso a paso, desde su conversación con Gordon en la cual desestima al Joker ya que está más preocupado por acabar con la Mafia. Batman paga caro ese error a lo largo de las dos horas y media de la película, y al final vemos cómo nace una rivalidad que los unirá para el resto de sus vidas.
“You know what I am? I'm a dog chasing cars. I wouldn't know what to do with one if I caught it. You know, I just do things.” Joker (TDK, 2008)

Disfruté mucho la reinterpretación de una propuesta que Chuck Dixon hizo hace unos años con respecto al personaje. Sabemos en los comics que el Joker es producto de un accidente en una planta química gracias a la narración omnisciente. Pero los personajes no lo saben e ignoran quién era antes. El mismo Joker tampoco lo sabe; el trauma borró su identidad previa. Dixon planteó que el Joker se reinventa constantemente e imagina nuevos orígenes para su locura, que no podemos confiar en ninguna versión que se cuenta de su vida antes de la demencia. Una variación de esto vemos en el trabajo actual de Grant Morrison, quien aprovecha la constante reinvención del Joker para armonizar toda las versiones del personaje que han existido en las últimas cinco décadas. Esto lo retoman magníficamente en TDK, en las múltiples versiones del origen de su sonrisa Glasgow que maniáticamente relata a lo largo de la historia.

"If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice!" Joker (The Killing Joke, 1988)

Al Joker no le importa. Él simplemente está haciendo un chiste de todas las teorías psicológicas que podrían explicarlo. Él es su propio alfa y su propio omega, y no tolerará nada menos. Menos mal que Freud y Skinner no se toparon con él.

Tal y como sucede en el mundo de los comics, el Joker surge sin explicación y sin motivación, lo cual lo hace más aterrador. Y vivimos con Bruce, Jim, Harvey, Sal, Gambol y los demás la impotencia de no comprender su maldad. El terror que inflige sobre Gotham City lleva a un nuevo nivel el concepto de la clásica novela gráfica The Killing Joke de Alan Moore y Brian Bolland. El Joker quiere demostrar que nadie es noble, nadie es bueno, que todos están a un día de distancia de convertirse en él. Todos en Gotham City son sus títeres, exigiendo la entrega de Batman, motivándolos a matar a Colman Reese, imponiéndoles la decisión de ejecutar a docenas de desconocidos para salvarse a sí mismos, forzando a Batman a violar indirectamente su regla de no matar, destruyendo al más noble de todos sus ciudadanos.

“You'll see, I'll show you, that when the chips are down, these uh... civilized people, they'll eat each other. You see, I'm not a monster. I'm just ahead of the curve.” Joker (TDK, 2008)


Y ese es el aspecto más inquietante de toda la película. La mayoría de las críticas se han enfocado en la temática del costo del heroísmo que ya hemos abordado, pero para mí más profunda y conmovedora fue la crítica social que se logra a través del Joker. Es un terrorista, sí. Pero no es oportunismo de los productores. El Joker ha sido un terrorista desde su creación en los años cuarenta, sólo que fue diluido en los sesenta hasta que Denny O'Neil lo restauró en los setenta. Esta película no se trata de apoyar o criticar la política de EEUU contra el terrorismo. Nolan trata de hacernos confrontar la ambigüedad de la naturaleza humana. Si extraes a Batman y al Joker de la película lo que queda es un reflejo de la sociedad moderna, que enardece a un héroe en Larry King Live el martes y lo crucifica en E! News Daily el miércoles. Es nuestra falta de compromiso con valores e ideales. El Joker es nada más un portavoz. Es fácil ser honesto y recto cuando no implica sacrificios. ¿En qué nos convertimos cuando somos amenazados? Ninguno de nosotros tiene la capacidad de ser Bruce Wayne así que, privados de la confianza que daría ser un arquetipo, tenemos la obligación de contemplarnos en los asistentes a la conferencia de prensa de Harvey Dent, en los hombres que tratan de matar a Reese, en los pasajeros de los ferrys. En serio, ¿qué sociedad hemos construido? ¿Cuáles son nuestros valores? Cuando salimos del cine lo más inquietante no es que la película traduce sin endulzar los conceptos de los comics al mundo real sino que no tenemos a Batman para decidir por nosotros.

"The only thing necessary for the triumph of evil is for good men to do nothing.” Edmund Burke.


Inolvidable es el único adjetivo que se ajusta a la escena en el cuarto de interrogatorio de la policía cuando el Joker y Batman se enfrentan, y el villano esboza tales ideas que se meten debajo de la piel de la audiencia. No es sorpresa que el Dark Knight pierda los estribos. Lo perturbador es que queremos que Batman le dé una paliza no porque es la solución, sino porque queremos silenciarlo lo antes posible. El Joker es esa vocecita que todos llevamos adentro, que nos inspira a cometer los actos de los cuales más nos avergonzamos, aquellos que periódicamente nos hacen odiarnos a nosotros mismos.


"We aren't contractually tied down to rationality! There is no sanity clause!" Joker (The Killing Joke, 1988)

Hay quienes han criticado que el Joker le roba el show a Batman en esta película. Ellos no entienden que el Joker es un vehículo para mostrar otro lado del protagonista. Al confrontarlo, Batman pierde su habilidad de intimidar, su raciocinio, su lógica formidable para resolver problemas, porque nada de ello aplica. El Joker sólo quiere sacarlo de quicio y lo logra. Su frustración se deja ver claramente cuando, luego de la escena fantástica con el trailer, El Señor de la Noche acaba estrellando su Bat-pod con un rugido de impotencia, porque le falló su estrategia de amedrentación.

¿A que todos nos hemos sentido así en algún momento? El Joker es lo que en la mitología llaman personajes tricksters. Lo malo es que en la vida real nos encontramos con ellos también. Me consta. Y cada uno de los personajes en la historia, desde Gambol hasta Stephens, reacciona tal y como nosotros reaccionamos a ellos en la realidad.



No puedo pasar por alto el discurso final del siniestro Joker de Ledger. Es poderoso, no sólo en el sentido clásico que cimienta su vínculo de destrucción mutua asegurada con Batman sino porque subraya la esencia de la resonancia social subyacente en la película. Recuerdo que cuando la novela The Da Vinci Code estaba de moda la describí como el thriller del hombre inteligente. Esta película es el blockbuster del hombre inteligente. Acción, explosiones, efectos especiales, personajes complejos y un mensaje que trasciende. Presten atención. Asimílenlo y luego vayan a leer las noticias.

Y, hablando de la última escena del Joker, ¿notaron el tributo a la versión de Tim Burton y Jack Nicholson?



Antes utilicé el verbo aplaudir, así que ahora tengo que recurrir a ovacionar. A Christopher Nolan, a Jonathan Nolan y a David Goyer por escribir la película perfecta del Joker, y a Heath Ledger por darle vida al villano más vil que todos adoramos. Ledger entendió al personaje. Le sale por los poros, lo demuestra en cada movimiento de su cuerpo, lo comprueba con la entonación que le da a cada oración, lo enfatiza con cada expresión de su rostro. Y es complementado por tantos detalles, como el camión del circo cuyo letrero decía Laughter pero que con una S en graffitti se convierte en Slaughter.



Denle un Oscar póstumo. Denle una cuenta bancaria en donde todos los fans depositaremos un porcentaje de nuestro salario para mantener a su hija. Ni Hollywood ni su audiencia pueden asimilar la gran pérdida sufrida por circunstancias tan absurdas y prevenibles. Heath Ledger tenía mi edad. Con semejante interpretación a estas alturas, ¿podremos imaginar qué habría logrado con tan solo cinco años más de vida?

¿Maquillaje? ¡Qué importa! De hecho esa decisión lo acerca más a la maldad que late dentro de cada ser humano común y corriente. Y si soy totalmente objetivo, es de conocimiento público que parte de la inspiración de Bill Finger para la creación del Joker fue la película The Man Who Laughs de Paul Leni, una adaptación de una novela de Victor Hugo en la cual Conrad Veidt intepreta Gwynplaine, un hombre al cual precisamente lo han desfigurado con cicatrices que le imprimen una sonrisa permanente a su rostro. Así que en ese sentido el Joker de Nolan y Ledger es sumamente fiel a sus orígenes creativos.

Adiós, Hannibal Lecter. El cine tiene un nuevo estándar para el mal en su más pura manifestación.

“This town isn’t big enough for two homicidal maniacs.” Joker (TLH, 1998)

Hay muchas otras cosas que podría alabar, como la misión en Hong Kong que es una de las escenas más visualmente emocionantes del film, hasta el génesis del Batpod. Ambos son elementos que me parecieron incongruentes antes de ver la película pero que resultaron tener completo sentido en el contexto de la historia. El rol de Alfred, aunque un poco reducido comparado con la película anterior, es sustancioso y crucial para la supervivencia emocional de Bruce, y el Lucius Fox de Freeman—el personaje con el cual más libertades se han tomado—tiene escenas encantadoras a lo largo de la cinta y se despide planteándonos otro dilema moral sobre el vigilantismo, como si la historia no nos hubiese ya cuestionado lo suficiente. El soundtrack de Hans Zimmer y James Newton Howard también se destaca y amerita escucharlo por su cuenta.

Todo lo anterior, y un final inesperado, también. The Dark Knight comparte con Iron Man la particularidad de haber roto con los esquemas de los tradicionales desenlaces para películas de super-héroes, aunque aclaro que TDK toma una dirección totalmente distinta al personaje de Marvel: Igual de trascendental, pero mucho más conmovedora.

He visto algunas críticas que señalan la ausencia del tema del miedo que predominó en Begins, pero eso no lo veo como un defecto. En la primera Batman conquistó su miedo y lo transformó en un arma contra sus enemigos. En ésta confronta a un adversario inmune al miedo y tiene que encontrar una nueva forma de doblegarlo. En ésta El Señor de la Noche aclara que él no es un simple boogeyman.

Nos queda sólo preguntarnos qué viene después de este mangum opus de Christopher Nolan. En los comics, luego de este trágico giro en la carrera de nuestro héroe las cosas se tornaron más difíciles. Los freaks se tomaron las calles, Gordon empezó a considerar con recelo que, si uno de sus aliados había caído tan bajo el otro también podía hacerlo, y la actitud de Bruce frente a la vida fue tornándose cada vez más oscura. No fue sino hasta que cierto huérfano del circo entró a su vida que Wayne empezó a recuperar algo de optimismo. Pero Nolan ha advertido no tener interés en el Dúo Dinámico, y la posición en la cual se encuentra la saga todavía da para más aventuras solitarias antes de la llegada de Robin. Yo sugeriría introducir a Catwoman, pero no como la antagonista principal sino como la tentación ideal dado el estado emocional con el cual Batman partió en TDK.

¡Ah! Casi lo olvidaba. ¿Todavía no recuerdan quién era Cyrus Pinkney? En 1992 DC Comics publicó un crossover entre los títulos Batman y Detective Comics titulado "The Destroyer", en el cual introducían el concepto de que el Juez Solomon Wayne comisionó al joven arquitecto Cyrus Pinkney para diseñar los edificios góticos que llegaron a caracterizar a la ciudad. Esta historia fue hecha para deliberadamente introducir en la apariencia de los comics los diseños que Anton Furst (Q.E.P.D.) hizo para la ciudad en la primera película de Tim Burton (1989). Es un detalle que sólo un fan estudioso conocería. Bueno, en los mini-noticieros de Gotham Tonight, uno de los varios sitios de mercadeo viral que precedieron a la película, cuando hicieron un perfil del hijo favorito de Gotham mencionaron que la Mansión Wayne había sido construida por Cyrus Pinkney bajo instrucciones de Solomon Wayne. Con ese pequeño comentario me convencieron de depositar toda mi fe en el equipo detrás de la película. Con esa mención nos garantizaban que conocían y honrarían la historia. (Lo irónico es que la Gotham de Nolan, en su afán de realismo, no tiene nada en común con la ciudad de Furst, que es la que se atribuye a Pinkney.)

A propósito, si quieren entretenerse con todos esos noticieros de Gotham Tonight, pueden verlos aquí: http://www.gothamcablenews.com/

The Dark Knight ha tomado los mejores elementos de los más memorables comics de Batman y los ha elevado a una nueva esfera. Si somos honestos, muchos de los ahora clásicos que informan esta película no existían aún cuando Tim Burton planeó su primera película con Michael Keaton. No obstante, para una franquicia que no hace tanto tiempo fue salvajemente masacrada por Joel Schumacher, tenemos que estar agradecidos por la majestuosa resurrección que Chris Nolan llevó a cabo.

Varios han llamado a Batman "el Hamlet de los super-héroes". Esta película finalmente demuestra por qué.

Septiembre, 2008

Lecturas Recomendadas:

Así que te gastaste la mayor parte de la quincena yendo al cine a ver The Dark Knight una y otra vez, y ahora te estás preguntando cómo puedes suplementar tu dosis de El Señor De La Noche. He aquí mis recomendaciones:

Batman: Year One
Aunque francamente este clásico fue más fuente de Begins que de Knight, aquí Frank Miller establece los pilares del personaje de James Gordon, de la corrupción y la decadencia de Gotham City y de la cruzada de nuestro héroe. Y luego de leerla no podrás evitar pensar que Gary Oldman es el vivo retrato del Gordon dibujado por David Mazzuccelli.
http://www.amazon.com/Batman-Year-One-Frank-Miller/dp/1401207529/ref=pd_bbs_sr_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220933839&sr=8-1

Batman: The Killing Joke
Esta obra maestra de Alan Moore es claramente la base sobre la cual se construyó el personaje del Joker en TDK. En esta legendaria historia, el Payaso Rey del Crimen decide demostrar empíricamente que cualquier persona está a un mal día de distancia de convertirse en un monstruo como él. Esto es precisamente lo que hizo en la película, sólo que llevado a una escala mayor. Y ésta excelente exploración de la relación entre estos adversarios luce el maravilloso arte de Brian Bolland.
http://www.amazon.com/Batman-Killing-Joke-Alan-Moore/dp/1401216676/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220933965&sr=1-1

Batman: The Long Halloween
Esta magistral trama de Jeph Loeb es a la que recurriría si necesitara explicarle el personaje a alguien con una sola historia. Y se cae de su propio peso que esta maxi-serie fue la espina dorsal de The Dark Knight. Aquí nos relatan la transición del crimen organizado a los freaks. Esto es exactamente lo que aborda el tema de la "escalación" en Knight, sólo que enfocado en el Joker, mientras que en The Long Halloween aparecen varios de los villanos más famosos de la galería de Batman. Además, esta saga describe la alianza entre el murciélago, el policía y el fiscal, y paulatinamente nos va revelando el descenso de Harvey Dent a la demencia.
http://www.amazon.com/Batman-Long-Halloween-Jeph-Loeb/dp/1563894696/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1220934129&sr=1-1

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