viernes, 30 de abril de 2010

La Tragedia de Batwoman

“The Bat they shine in the sky … civilians think it’s a call for help. The bad guys think it’s a warning… But it’s more than that, it’s something higher. It’s a call to arms… I’ve found my way to serve.” Kate Kane

Para portar un murciélago sobre tu corazón es necesario que tu alma cuente con las cicatrices de una dolorosa pérdida. Pero para la más reciente versión de Batwoman, las tragedias se han sumado dentro y fuera de las páginas de sus comics.

El personaje fue presentado en el 2006 a través de la excepcional serie 52, pero la atención principalmente se centró en su orientación sexual, ya que a los medios le fascinó la noticia de que la nueva Batwoman es lesbiana. En todo caso, el rol de Kate Kane en aquella serie fue secundario, interactuando principalmente con Reneé Montoya en su lucha contra Intergang y la religión del crimen.

El año pasado la nueva vigilante de Gotham finalmente adquirió protagonismo cuando le adjudicaron temporalmente el título más antiguo de la línea de DC: DETECTIVE COMICS. Desde entonces sus aventuras han sido aclamadas, aunque más que los buenos libretos de Greg Rucka la sensación ha sido el espectacular arte experimental de J.H. Williams III. Si bien el arco inicial, Elegy, fue interesante, el título realmente ha alcanzado una nota alta con la segunda historia, Go, en la cual se revela el tan anticipado origen secreto de Batwoman.

En varias entrevistas los autores han afirmado su esfuerzo por presentar historias definitivas de Batwoman que no estén sujetas a un evento específico sino que establezcan claramente al personaje con raíces suficientemente fuertes como para que florezca un futuro narrativo próspero. Y, en mi opinión, han logrado su cometido con Go. El origen de Batwoman es simultáneamente clásico, moderno e intemporal. Aún más importante es su independencia prudente de los eventos de la saga de Batman, que le concede la misma flexibilidad para adaptarse a las décadas como los orígenes de los propios Bruce Wayne y Dick Grayson.

Go nos revela la vida de dos pequeñas gemelas, Kate y Beth Kane, hijas de una pareja militar que desde muy chicas les han inculcado la importancia del honor. Luego de que su padre es asignado a trabajar en la OTAN, las niñas son brutalmente secuestradas por terroristas junto a su madre y sólo Kate sobrevive la operación de rescate. Años después, el futuro de Kate—quien ahora es una estudiante sobresaliente de West Point—se desmorona por acusaciones de su relación lésbica con otra cadete, y ella reconoce su realidad con dignidad, lo cual propicia su expulsión. Descarrilada, Kate se embarca en una vida de parranda, interrumpida por una policía que resulta ser una joven Reneé Montoya, con quien entabla un intenso romance hasta que sus estilos de vida irremediablemente las separan.

Entonces, durante un intento de asalto, Kate se vale de su entrenamiento militar para defenderse. Pero en las sombras de ese callejón queda cara a cara con Batman, quien estaba a punto de rescatarla. El Dark Knight se alza a los cielos, en donde brilla la Batiseñal, que ejerce un efecto hipnótico en Kate, revelándole un sendero para su vida futura. Hay más elementos en ese camino que la conducen a la máscara y a la capa, pero dejaré que los descubras en las páginas de ‘TEC 858-860.

Todo lo anterior se intensifica gracias a las ilustraciones de J.H. Williams III, quien alterna entre ser bizarro y foto-realista pero que es consistentemente irresistible. Cada imagen explota al máximo los recursos visuales para contar la historia. Como ejemplo, podemos mencionar sus elecciones de paneles: Para los flashbacks utiliza una diagramación tradicional mientras que en el tiempo presente retorna a sus experimentos, como se aprecia en la edición No. 858 con una imagen en dos páginas en la cual Batwoman vigila los esfuerzos de la policía por recuperar el cuerpo de Alice en la bahía mientras que las conversaciones de los participantes las presenciamos con paneles en las siluetas de los murciélagos que vuelan en torno a ella. Ya que mencioné los flashbacks, es imposible leerlos sin deja vu al arte de David Mazzuchelli, lo cual sin duda es deliberado para recrear el tono de Batman: Year One. E inclusive dentro de estos efectos hay docenas de detalles significativos, como cuando vemos a Kate en su niñez vistiendo ropa de invierno con los colores de Batwoman, mientras que la ropa de su hermana es idéntica, salvo que luce los colores de Alice.

Entonces, ¿cuál es la tragedia a la cual me refiero? No es la que definió el futuro de Kate Kane, sino al errático manejo de DC Comics de un buen personaje. Tras el mal sabor que provocó generar publicidad al mezclar el emblema del murciélago con una lesbiana para llamar la atención de los medios—lo cual pudo no ser deliberado, nunca lo sabremos—primero dejaron languidecer la ausencia de Batwoman por un par de años (salvo por una triste aparición en Countdown) hasta que finalmente permitieron que el personaje se destacara al ofrecerle DETECTIVE COMICS. Al inicio Greg Rucka hizo referencia a múltiples historias, pero queda claro que aunque Elegy y Go son capítulos separados, todos se iban a conectar en una saga completa de Batwoman.

Tristemente los aplausos no bastaron y hemos visto lo último del equipo Rucka-Williams. ‘TEC sigue dedicado a Batwoman, pero la historia actual, Cutter, no cuenta con Williams como artista. Originalmente esto le daría tiempo al ilustrador para ponerse al día con su siguiente entrega junto a Rucka, pero el guionista recientemente anunció que abandonaba DC Comics para dedicarse a otros proyectos. Sólo podemos especular, pero cuando vemos en los catálogos en línea que DC le ha pasado DETECTIVE a David Hine para continuar su saga del Asilo Arkham, y Batwoman ha sido prestada al BATMAN AND ROBIN de Grant Morrison, podemos inferir la frustración de Rucka, quien se compromete profundamente con sus personajes femeninos.

Para hacer un balance, ya se anunció que Batwoman continuará en un título propio, y J.H. Williams III seguirá involucrado no sólo como artista sino como co-escritor junto a un nuevo guionista. Igual, esto me deja pensando que Rucka—quien más asiduamente ha apoyado al personaje—tenía una historia completa por contar que ha sido cercenada. Una elegante simetría narrativa se estaba construyendo en torno a Kate y su hermana Beth, ahora la enigmática Alice.

Parece que DC no se da cuenta que está propiciando una situación inversa a los personajes nuevos que introducen pero no calan. Aquí tienen lo contrario: Un personaje que ha pegado pero que no recibe un impulso consistente. Y me deja un mal sabor en la boca sospechar que si Batwoman no hubiera sido lesbiana, nadie hubiera titubeado tanto.


2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Gracias por el aporte, es muy interesante; ¡que bien que los comics se centren en temas modernos y no se queden en lo trillado!.