lunes, 13 de septiembre de 2010

Los Orígenes Secretos de Marvel

Su autor, Brian Michael Bendis, alega que ULTIMATE ORIGINS refleja los planes que desde un inicio se trazaron para la línea de Marvel cuando él y Mark Millar la inaguraron en el 2000. Esto podría cuestionarse, especialmente a la luz de los desatinos del título ULTIMATE MARVEL TEAM-UP, que curiosamente nos proporcionó la frase de Bruce Banner que respalda la interconectividad. En todo caso, el mérito de esta obra es que aún si se tratase de un discreto retcon, no se siente como tal.

ULTIMATE ORIGINS, como su nombre insinúa, revela todos los secretos detrás del surgimiento del superhéroe del Siglo XXI. A lo largo de una década el universo ULTIMATE nos ha ido presentado a personajes establecidos de Marvel—desde Wolverine hasta el Punisher—cuyos orígenes son básicamente reflejos del concepto original, con modernizaciones meramente logísticas ó decorativas. Con esta historia, Bendis declara que esa percepción es errada. Todos estos personajes son profundamente distintos a sus versiones originales, y hay una clara línea narrativa que los conecta a todos, desde el veterano Capitán América hasta el adolescente Spider-Man.

Mientras que la chispa que encendió la imaginación de Stan Lee en los sesenta fue la radiación, para los creativos del universo ULTIMATE el enfoque fue las posibilidades de las ciencias genéticas. Pero más importante que las distinciones en la inspiración es el hecho que mientras que Stan fue uno de los pioneros del concepto del universo compartido entre varios títulos de comics, Bendis y compañía se beneficiaron de más de tres décadas de experiencia con este elemento narrativo, y pusieron tal atención a las arterias que conectan a los distintos héroes del mundo ULTIMATE que su universo adquiere gran relevancia temática. El precio de esta innovación es que transforma radicalmente a varios personajes, a algunos de ellos incluso les cambia su alegoría conceptual tradicional.

Abordemos, entonces, la dinastía de los superpoderes en el universo ULTIMATE, con el riesgo de algunos spoilers: En pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, el Presidente Roosevelt exige la creación de un super-soldado que, además de un héroe, sea un símbolo de los ideales de América. Mientras tanto, tres soldados aliados son atrapados robando artículos de valor de una residencia en Europa ocupada. Se trata de Wilson Fisk—sí, quien algún día llegará a ser el Kingpin del crimen en Nueva York, aunque nunca nos explican cómo se ha mantenido tan joven—, James Howlett, soldado canadiense, y Nick Fury, soldado estadounidense. Éste último, durante su arresto, es seleccionado para participar en los experimentos del Proyecto Rebirth del Dr. Erskine. Fury resulta ser el primer sujeto que sobrevive las pruebas, pero escapa del laboratorio y desaparece. Erskine continúa con el Proyecto Rebirth, hasta que el recluta Steve Rogers resulta en un éxito mayor y se convierte en El Capitán América, el centinela de la libertad que cambió el curso de la guerra.

Pero los canadienses también estaban tratando de emular el proyecto de los estadounidenses, y utilizaron como sujeto de pruebas a James Howlett, quien fue sometido al Proyecto Weapon X. Sus resultados fueron distintos a los de sus vecinos, sin embargo. Ellos transformaron a James Howlett a nivel genético—el primer mutante fue creado en un laboratorio. Howlett desarrolló una formidable capacidad para regenerar su cuerpo y proyectó un trío de garras de cada una de sus manos. ¿Suena familiar?

Años después, Fury es descubierto y reclutado por el General Ross, quien en SHIELD ha reactivado el Proyecto Rebirth bajo órdenes del presidente actual, quien desea un nuevo super-soldado. Nick recluta a su vez a las mejores mentes de la ciencia: Franklin Storm, Bruce Banner, Richard Parker y un joven Hank Pym. Su propia sangre provee el germen del proyecto, pero resulta insuficiente. La primera prueba que llevada a cabo por un impaciente Banner lo transforma en el Hulk, y en esos trágicos momentos su rabia monstruosa provoca la muerte de Richard y su esposa, Mary, quien justo ese día ha ido a visitar a su esposo al trabajo con su hijo recién nacido. El bebé, que es rescatado por Fury, se llama Peter.

El huérfano Parker, por supuesto, años después será mordido por una araña genéticamente modificada en los laboratorios de Norman Osborn, a quien a esas alturas Nick le ha sobcontratado el proyecto del suero para el super-soldado. Pero esto ya fue presentado en ULTIMATE SPIDER-MAN, así que no se repite en las páginas de ULTIMATE ORIGIN.

Al final, el factor más relevante es que los mutantes en esta realidad no son producto de la evolución natural sino de un experimento en un laboratorio. Por ese motivo las múltiples escenas entre Charles Xavier y Erik Lenshnerr son las menos novedosas, salvo por el notorio nuevo contexto de la cruzada del hombre que se conocerá como Magneto, que ahora observamos inherentemente errada. Ninguno de ellos lo sabe, pero los mutantes no gozan del derecho a prevalecer que Magneto fieramente defiende.

Todas estas revelaciones son ilustradas por Jackson Guice, cuyo arte he disfrutado desde que estaba a cargo de ACTION COMICS en los noventa. No obstante, y sin menospreciar su talento y su profesionalismo, el arte de Guice se siente casi muy tradicional, no armoniza con los estilos a los que la línea ULTIMATE nos ha acostumbrado, a tal punto que subconscientemente uno siente que está leyendo el universo 616. Pero lo anterior no va en detrimento de las estupendas imágenes que nos ofrece en estas páginas.

Al final, el mayor defecto de ULTIMATE ORIGINS es estructural. Bendis no presenta una historia completa. Este relato está compuesto de dos elementos: Los flashbacks a los distintos momentos de los últimos sesenta años que exhiben la historia secreta que hemos descrito, y una secuencia en tiempo presente en la cual Carol Danvers convoca a los Fantastic Four a investigar un enigmático artefacto en una de las bodegas de SHIELD. El primer elemento no constituye una narración completa y nadie espera que lo sea, pero el segundo no es más que una colección de escenas sin conclusión. Cierto, como Warren Ellis hizo con Galactus, Bendis introduce una creativa reinterpretación de otro elemento clásico de los mitos de Marvel, pero es obvio que él simplemente está preparando el terreno para la siguiente gran mini-serie, ULTIMATUM, que más adelante comentaremos. Me sorprendió tal deficiencia de parte de Bendis, y esta relación causal entre ambas mini-series es el principal motivo por el cual el lector puede recorrer sus páginas y sospechar un retcon conveniente.

Pese a lo anterior, reconozco que los planteamientos de ULTIMATE ORIGINS son suficientemente intrigantes como para que valga la pena su lectura. Es imposible terminar de leerlas sin llegar a la conclusión que la forma en la que Bendis ha estructurado los hechos es lógica, y adquiere más sentido probabilístico—más inclusive que las versiones originales.

Además, cuesta obviar que los acontecimientos en sus páginas, además de ser lógicos, son irónicos: Todas estas nuevas categorías de seres vivientes con habilidades especiales que ahora utilizan nuestra sociedad como tinglado son producto de intentos fallidos de recrear al Capitán América.

Y, al final, lo único que teníamos que hacer era extraer al original del hielo.

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