sábado, 5 de febrero de 2011

Batgirl Forever

“The last time you tried being helpful, you accidentally brought Gotham to its knees.” Oracle

Dicen que no hay malos personajes sino malos escritores; aquí van dos casos que lo sustentan.
La mayoría de nosotros conocemos a Batgirl, pero algunos ignoran que a principios de los ochenta este personaje fue considerado tan irrelevante que los editores permitieron que el Joker le diera un balazo fatal sin permitirle un último momento de gloria. Simultáneamente Frank Miller excluyó su nacimiento en Batman: Year One, lo cual provocó años más adelante subsecuentes historias de retcon.

Nadie consideró que la personalidad de Barbara Gordon era ahora un contraste prometedor con el Batman obsesivo y egocéntrico de los ochenta hasta que lo explotaron Paul Dini y Bruce Timm en su serie animada de los noventa y fue muy bien recibido por la audiencia. Menos mal que John Ostrander redimió a Barbara con la nueva identidad de Oracle, bajo la cual a través de los años se ha transformado en una de las mujeres más populares de DC Comics.
Algo similar podemos decir de Stephanie Brown, alias Spoiler, concebida por Chuck Dixon como un personaje pasajero en DETECTIVE COMICS. Chuck le había infundido suficiente sustancia como para resucitarla en la serie ROBIN y elevar su popularidad como un personaje recurrente adorado, hasta que tras su partida los guionistas sucesores, al no saber qué hacer con ella, recurrieron al escape perezoso de matarla y rematarla en terribles historias que hicieron que el público la aclamara de vuelta, lo cual sucedió nuevamente bajo la pluma de Dixon en su fugaz retorno a ROBIN.

Para cuando DC se enteró de su error con Barbara ya era muy tarde, pues su identidad de Oracle era demasiado popular como para revertirla. Intentaron entonces replicar al personaje en No Man’s Land, primero a través de Helena Bertinelli y luego con más permanencia en Cassandra Cain. Soy el primero en reconocer que Cassandra funcionó fenomenalmente—al menos por una temporada—hasta que nuevamente descendió sobre ella la maldición de escritores sin visión quienes la empujaron hacia la irrelevancia que históricamente persigue a su máscara.

Ahora Bryan Q. Miller, cuyos créditos incluyen múltiples guiones para Smallville, se ha propuesto fusionar y redimir ambos legados. Tangencialmente a la saga de Grant Morrison sobre la aparente muerte de Bruce Wayne, DC decidió probar nuevamente suerte con un título de BATGIRL. La pérdida de Bruce motiva a Cassandra a abandonar el rol y su uniforme queda en manos de Stephanie, quien no resiste la tentación de aventurarse en la noche con un murciélago sobre el corazón pese a las promesas que le ha hecho tanto a su madre como a los herederos del Dark Knight de que sus días de vigilante han acabado.

Barbara está de vuelta en Gotham, pasando por un mal período emocional después de varias experiencias desalentadoras con las Birds of Prey y con el Calculator, y no le agrada para nada descubrir las andanzas de Steph bajo su antiguo alter ego. Inicialmente se propone desalentarla, pero lentamente descubre que ella misma necesita revivir el rol de mentor que ha fungido no sólo paras las Birds sino para la misma Cassandra. Esta nueva dinámica le exige a Stephanie honrar la manta del murciélago y ocultárselo a su madre a medida que empieza su vida universitaria. En el camino Miller nos introduce a un nuevo detective bajo Jim Gordon, “Saint” Nick Gage, quien tiene el potencial de convertirse en el equivalente del Comisionado para Batgirl, aunque con una química claramente distinta.

En las páginas de BATGIRL RISING la nueva pupila de Oracle vive su prueba de fuego, enfrentándose al Scarecrow y luego a Live Wire. Siendo un lector que ha seguido al personaje desde su primera aparición he presenciado todos los errores que cometió como una vigilante amateur que no comprendía la seriedad del trabajo del Dúo Dinámico, así que esta nueva etapa de Steph me complació no sólo como la evolución lógica de su historia sino como el auténtico crecimiento de un ser humano en el contexto de su edad y el mundo formidable en el que existe.

Esta fase naturalmente requería el visto bueno del nuevo Dúo Dinámico, Dick Grayson y Damian Wayne. Dick y Barbara, cuya historia sentimental es notoriamente complicada, se enfrentan acaloradamente sobre el nuevo rol de Stephanie, revelando más facetas de sus personalidades. Pero más divertido aún resulta el antagonismo natural entre Stephanie y Damian, que es quizás una de las partes más entretenidas del libro. (Damian, por cierto, ha resultado el personaje ideal para confrontarlo con… todos los demás.) Afortunadamente para Steph, su oportunidad de brillar llega cuando Roulette organiza un ataque a Batman por el trío de villanos Riot, Roxy Rocket y Dr. Phosphorus. Quedando Dick mal herido y a su merced, le corresponde a Batgirl y Robin rescatar al nuevo Dark Knight.

Con esta introducción a la nueva Batgirl Bryan Miller demuestra que ha sido un lector fiel y cosecha toda la historia dispareja de Spoiler para proponernos una nueva etapa de una joven que anhela una segunda oportunidad en BATGIRL RISING. No estaría mal que más adelante traiga a sus páginas al Cluemaster, el padre de Stephanie, para cerrar otro capítulo importante en la vida de la nueva Batgirl, que espero sea más longeva que sus antecesoras.

Esta colección me hizo pensar en otro personaje popular de los noventa que ha sido maltratado desde entonces. Leí en la misma temporada el trade de AZRAEL DEATH’S DARK KNIGHT, pero Michael Washington Lane ha despertado cero interés en mí. La gracia del personaje yacía no en su alter ego sino en los dilemas existenciales de Jean Paul Valley, y en su rol particular como la oveja negra de la familia de Batman en busca de la reivindicación. Esto me ha despertado una idea que estimo fértil: ¿Qué tal Cassandra Cain como la siguiente Azrael?

Hay un encanto especial en BATGIRL RISING que coincide con RED ROBIN, otro título al que me he vuelto más adicto cada edición. Supongamos que Bruce Wayne realmente estuviera muerto. Estas historias nos están presentando a los hijos de Batman crecidos; los nuevos adultos, los nuevos guardianes del espíritu de la leyenda. Dick, Barbara y Tim aportan un nuevo enfoque a la cruzada manteniendo los valores de su mentor. La permanencia de Alfred preserva la sensación clásica del verdadero patriarca emocional. Y Damian… él se merece un artículo por su cuenta.

Pero al igual que Tim, Stephanie es sin duda una heredera indiscutible. Larga vida a la nueva Batgirl.



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